La ministra de Defensa, Margarita Robles, junto con el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, una de las voces socialistas críticas contra el relator. | Pepe Zamora

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La aceptación por parte del Gobierno de la figura de un relator en la mesa de partidos para el diálogo sobre Cataluña ha revuelto al llamado 'viejo' PSOE, que lo considera una cesión ante los independentistas catalanes, preludio de una próxima negociación, a cambio de su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado en el Congreso.

«Aprobar un presupuesto no justifica cesiones que pongan en cuestión la Constitución, la unidad de España, el estado de derecho ni la decencia. Estoy seguro de que @sanchezcastejon no cederá a chantajes de los independentistas, cáncer de la democracia con el que hay que acabar», ha denunciado el presidente de Aragón, Javier Lambán, en su cuenta de Twitter.

También el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha levantado la voz para decir que el «modelo» de diálogo que propone el Gobierno le deja «muy perplejo», porque «si de lo que se trata es de tener a alguien de testigo, porque no se fían unos de otros, para eso pueden hablar directamente en el Parlamento, que estamos todos los españoles de testigo y tengo tanto interés como nadie en saber lo que dicen». García-Page ha pedido a la dirección del PSOE que se reúna al Consejo de Política Federal o Comisión Territorial -órgano encargado de definir la estrategia del partido en materia territorial-, para debatir el asunto.

La Comisión Territorial, que dirige el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, la forman el secretario general, Pedro Sánchez; la vicesecretaria general, Adriana Lastra; el secretario de Organización, José Luis Ábalos; el de Política Federal, Patxi López, los presidentes autonómicos, secretarios generales de las federaciones y portavoces parlamentarios, así como el presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), José Caballero.

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La exportavoz del PSOE en el Congreso y diputada por Valladolid, Soraya Rodríguez, ha respaldado la petición del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y también lo ha hecho el secretario general del PSOE en Castilla y León, Luis Tudanca, persona de confianza de Pedro Sánchez, que ha llamado a desvincular el diálogo sobre Cataluña de los presupuestos. En los pasillos del Congreso, Rodríguez ha pedido que la política territorial del PSOE vuelva a ser «consensuada» por todas las federaciones y que no sea el PSC el que marque el paso en el diálogo político sobre el conflicto de Cataluña. La parlamentaria ha asegurado que hay una «honda» preocupación en su partido por el diálogo con los independentistas catalanes, a poco más tres meses de las elecciones municipales, autonómicas y europeas del 26 de mayo, y ha defendido que no se pueden aceptar «ni mediadores ni relatores» y que «la solución no es una mesa solo de partidos catalanes, sino que es una mesa de partidos nacionales».

En una posición más templada y críptica se ha situado el extremeño Guillermo Fernández Vara: «Las cosas que son difíciles de explicar son aún más difíciles de entender. Sobre todo si no se escucha. Y en España por desgracia hace años que se dejó de conjugar el verbo escuchar», ha escrito en su cuenta de Twitter.

Desde el PSOE andaluz, su portavoz parlamentario, Mario Jiménez, ha evitado la confrontación con la dirección federal y no ha querido opinar sobre relator -«eso no es algo que a nosotros nos haya preguntado nadie ni sobre lo que tengamos que pronunciarnos», se ha excusado-, y ha dicho que confía en que todo proceso de diálogo, institucional o político, sobre Cataluña, sea «siempre» en el marco de la Constitución, del Estatuto de Autonomía y del Estado de derecho.

Por su parte, el presidente valenciano, Ximo Puig, ha urgido a «clarificar» la figura del «relator» en la mesa de diálogo de los partidos catalanes, aunque ha subrayado que se enmarca dentro del debate entre los partidos y no en el ámbito institucional.

La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ha atribuido a la «desinformación» y el «desconocimiento» las críticas en el seno de su partido a la figura del relator y ha recibido el apoyo de la presidenta de Baleares, Francina Armengol, del líder de los socialistas gallegos, Gonzalo Caballero, del PSOE de La Rioja y del delegado del gobierno en Murcia, Diego Conesa, entre otros.