Mohammed bin Salman conversando con el rey Juan Carlos. | HANDOUT

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El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha insistido este lunes en el carácter «casual» del encuentro que mantuvieron el fin de semana el rey Juan Carlos y el príncipe heredero saudí, Mohámed bin Salmán, en Abu Dabi, y ha asegurado que el Gobierno «no es responsable de la agenda del rey emérito».

Borrell ha explicado que el saludo entre don Juan Carlos y el heredero saudí se produjo durante la celebración de un campeonato de Fórmula Uno en el cual el piloto español Fernando Alonso se despedía de la competición.

«No tengo información sobre el encuentro casual entre el rey emérito y el príncipe en el marco de una competición deportiva», ha apuntado el jefe de la diplomacia española en rueda de prensa conjunta con su homólogo alemán, Heiko Maas.

Eso sí, Borrell ha dejado claro que él desconocía que se fuera a producir ese saludo «casual y no causal», recogido en una foto que ha desatado fuertes críticas por la implicación directa de la CIA a Mohámed bin Salmán en el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en la embajada saudí de Estambul.

Y tras afirmar que el Ejecutivo «no es responsable» de la agenda de Juan Carlos I, ha añadido que carece de más información, para apostillar: «Ni la tenía antes, ni durante ni creo que la tenga después».

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Eso sí, Borrell ha aprovechado para recordar que desde la crisis por la venta de armas a Arabia Saudí «no ha habido nuevos contratos» para vender material militar a este país, y eso que sí hay «peticiones de distintas empresas».

Entre tanto, ha revelado que el Gobierno está trabajando en un «protocolo de seguimiento» para lograr un «mayor control» en la venta de armas «cuando se produzca».

El ministro ha recordado, en cualquier caso, que no existe ninguna prohibición internacional de vender armas a Arabia Saudí, aunque la muerte de Khashoggi haya suscitado un debate al respecto.

En este sentido, el ministro alemán de Asuntos Exteriores ha explicado que Alemania ha decidido suspender sus contratos con Arabia Saudí mientras no haya concluido la investigación sobre el asesinato de Khashoggi y continúe la guerra en Yemen. De hecho, Alemania ha suspendido las autorizaciones que estaban en vigor y no dará nuevas.

También ha manifestado sobre esta cuestión que se trata de decisiones que debe adoptar «cada país» dentro de sus responsabilidades y que todos tienen interés en que quede completamente esclarecido el asesinato del periodista.