El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, durante su intervención en la reunión de alto nivel sobre acción para el mantenimiento de la paz organizada en la sede de Naciones Unidas, en Nueva York. | Ballesteros

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha defendido este miércoles a la ministra de Justicia, Dolores Delgado, ante la publicación de nuevas grabaciones de sus conversaciones con el ex comisario José Manuel Villarejo y ha advertido de que el Gobierno ni tiene «hipotecas» ni «acepta chantajes absolutamente de nadie», sino que ha «venido a limpiar».
Así, ha descartado la dimisión de la ministra Delgado: «No nos va a marcar la agenda política un corrupto», ha dicho, en alusión a Villarejo, en una rueda de prensa en la residencia del embajador español ante la ONU, donde se ha desplazado Sánchez con motivo de la semana de líderes de la Asamblea General de la organización.

Sánchez ha incidido en que su Gobierno «no tiene ninguna hipoteca, tiene un mandato claro y está determinado a cumplirlo, ese mandato es limpiar y regenerar la vida política, luchar contra la corrupción venga de donde venga, esté instalada donde esté instalada». «El Estado no acepta chantajes absolutamente de nadie. Hemos venido a limpiar, estamos limpiando y vamos a seguir limpiando, por lo tanto, ni chantajes ni amenazas», ha añadido.
El presidente ha esgrimido la autonomía del Gobierno también cuando se le ha preguntado por la posición del líder de Podemos, Pablo Iglesias, que ha pedido que Delgado deje la política: «Puedo discrepar de otros líderes políticos, pero las decisiones sobre la composición del Gobierno las hace el presidente».

DEFIENDE LA TRAYECTORIA DE DELGADO

Además, ha opinado que Delgado ha sido «bastante clara» en sus explicaciones y ha puesto en valor su trayectoria, de más de 20 años como fiscal y tratando asuntos tan sensibles como el terrorismo yihadista. A su modo de ver, es «llamativo» que se usen estas grabaciones para tratar de «desprestigiar» toda una carrera «al servicio del Estado».
Así, ha advertido a los grupos de oposición de que si quieren hacer su labor «a base de informaciones de un chantajista, es su responsabilidad», pero que la del Gobierno de España es combatir la corrupción «y defender el buen nombre de una servidora pública» que ha hecho una «extraordinaria labor».

TENER A VILLAREJO FUE UN «ERROR»

De hecho, ha afirmado que, aunque el Gobierno siempre está dispuesto a «hacer autocrítica», en este caso «quien tiene que hacer autocrítica es la oposición». En otro momento de la rueda de prensa, ha advertido de que «la oposición podrá liderar la crispación», pero que el Gobierno sigue en su tarea de gobernar.

Sánchez ha reconocido no saber qué más puede tener Villarejo -«no sé exactamente cuál es el pasado y el presente de un persona que ahora mismo está en la cárcel»- pero ha insistido en que su Gobierno es «autónomo y libre de hipotecas». Además, considera «evidente» que fue un «error» contar con Villarejo como miembro del aparato del Estado, teniendo en cuenta que «está en la cárcel» y afronta «graves responsabilidades penales en el ejercicio de su función».