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Los cinco terroristas del 17-A abatidos en Cambrils (Tarragona) celebraron horas antes un «acto litúrgico» de «camino sin retorno», quemando sus pasaportes y cartas de despedida, y tres de ellos se ataviaron como «guerreros del pañuelo rojo», como muestra de su «disposición a morir en combate».

Así se desprende de un informe de la Comisaría General de Información de los Mossos d'Esquadra, al que ha tenido acceso Efe, que figura entre los 21 tomos del sumario de la investigación abierta en la Audiencia Nacional tras los atentados del pasado 17 de agosto sobre los que el juez Fernando Andreu ha levantado el secreto.

En el análisis policial, los agentes destacan la falta de adecuación en la «uniformidad de la indumentaria» de los terroristas a la hora de cometer los atentados de Barcelona y Cambrils, ya que era «poco adecuada desde un punto de vista táctico», de lo que deducen que existió «cierta improvisación» tras la explosión de su casa de Alcanar (Tarragona).

«Debido a esta falta de homogeneidad y falta de preparación en la indumentaria, llama poderosamente la atención la existencia de un elemento común en tres de los cinco participantes en el atentado de Cambrils: un pañuelo o bandana de color rojo anudado al cuello», subraya el informe.

En concreto, llevaban esta prenda de color rojo en el cuello cuando fueron abatidos en Cambrils Moussa Oukabir, El Houssaaine Abouyaaquob y Said Aalla, mientras sus otros dos compañeros, los también abatidos Omar Hychami y Mohamed Hychami no la llevaban pero, según los Mossos, la podrían haber perdido durante el atentado.

De hecho, según resalta el informe, se hallaron dos pañuelos más en el vehículo con el que los cinco terroristas irrumpieron en Cambrils, antes de intentar apuñalar a varias personas que se encontraban en el Paseo Marítimo, donde fueron abatidos tras mostrar chalecos con explosivos que resultaron ser falsos.

Según los Mossos, tres de los terroristas de Cambrils se pusieron un pañuelo rojo en el cuello inspirados en la figura de Abu Dujana, coetáneo del profeta Mahoma, conocido en la tradición islámica como el «guerrero del pañuelo rojo», debido a que se cubría la cabeza con esta pieza de ropa al entrar en combate.

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De hecho, varios yihadistas han utilizado esta prenda en otros atentados como indicador de su disposición a cometer una acción suicida, como ocurrió con los atentados del 11S de 2001 en Nueva York o con los de París del 13 de noviembre de 2015, según detalla el informe.

En el caso de Cambrils, los Mossos resaltan que la presencia de estos «elementos simbólicos» en la vestimenta de los terroristas, que acordaron en un «acto conjunto y planificado», avala la hipótesis de que estaban dispuestos a morir en combate.
Este extremo también lo corroboraría, según los Mossos, que los terroristas de Cambrils participaron horas antes del atentado en un «acto litúrgico» en una casa abandonada en Riudecanyes (Tarragona), donde efectuaron los últimos preparativos.

En concreto, participaron en un acto ceremonial de «camino sin retorno», en el que quemaron pasaportes y cartas de despedida, parte de los cuales fueron recuperados por los investigadores en la casa abandonada, donde también se hallaron restos de camisas de color rojo que fueron utilizadas para confeccionar los pañuelos en honor a Abu Dujana.
«Los actos litúrgicos correspondientes a un ceremonial de despedida hacia un 'camino sin torno', en el que se reprodujeron unas pautas muy concretas en este tipo de actos, hacen pensar en la planificación previa y el convencimiento absoluto para realizar una acción suicida», remarca el informe.

Los investigadores resaltan que pudo ser el imán de Ripoll, Abdelbaki Es Satty, fallecido en Alcanar, quien pudo introducir en «el imaginario» de los jóvenes terroristas la figura como inspiración de Abu Dujana.

De hecho, los Mossos subrayan que Es Satty, considerado como uno de los principales líderes de la célula terrorista, mantuvo contactos con personas vinculadas a Youssef Belhadj, conocido precisamente con el alias Abu Dujana, a quien se atribuyó la reivindicación de los atentados del 11M en Madrid.

«A pesar de que no se puede establecer una relación plausible de Es Satty con Youssef Belhadj, existen indicios que permiten establecer la relación a través de una red de individuos con los cuales ambos han mantenido contacto y comparten objetivos ideológicos», apuntan los Mossos.

Por este motivo, según la policía catalana, el hecho de que una de las figuras relevantes de esta red utilizara el alias de Abu Dujana resulta un elemento más para establecer la presencia del personaje histórico en el imaginario colectivo y refuerza la hipótesis de que su figura pudo inspirar de alguna manera a los terroristas de Cambrils, a través de Es Satty.