Los miembros de la nueva ejecutiva del PP posan para los medios de comunicación en una fotografía conjunta a los pies de la fuente de Montjuïc en Barcelona. | Quique García

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El líder del PP, Pablo Casado, ha diseñado un nuevo partido rodeado de los suyos para los puestos de mayor responsabilidad y ha dado también al equipo de María Dolores de Cospedal altas cuotas de poder, mucho mayor que el que tendrán quienes apoyaron a Soraya Sáenz de Santamaría.

La exvicepresidenta del Gobierno, cuyo equipo rompió ayer negociaciones con el de Casado por considerar que era insuficiente la representación que les ofrecían, sigue sin estar en este nuevo Comité Ejecutivo Nacional que Casado ha reunido por primera vez en Barcelona, donde ha hecho un nuevo llamamiento a su rival en las primarias para que se una al equipo.

En cualquier caso, el presidente de los 'populares' ha advertido de que no va a admitir «ni una corriente interna» y «etiquetados» en su partido. «Todos somos PP», ha sentenciado.
Pablo Casado ha confirmado que tendrá, de 'números dos y tres', a quienes han tenido más cerca en su carrera al liderazgo: Teodoro García Egea será secretario general y Javier Maroto vicesecretario de Organización.

En esta reunión ha tratado de zanjar todas las dudas sobre su prometida «integración total», al presentar una estructura en la que, ha recalcado, Cospedal y Santamaría tienen cada una a diez miembros de sus respectivas candidaturas ocupando vicesecretarías o secretarías.

Pero aunque el número sea el mismo, no lo es la importancia orgánica. Porque Cospedal tendrá en la cúpula del partido a tres personas de su máxima confianza y Sáenz de Santamaría solo a un miembro de su candidatura.

Así, Casado le ha dado al número dos de Cospedal en Castilla-La Mancha, Vicente Tirado, el cargo que tenía Javier Arenas, vicesecretario de Política Autonómica y Local, y ha hecho portavoz del PP en el Congreso a la exministra Dolors Montserrat, que fue portavoz de la candidatura en primarias de la ex secretaria general.

Completa la presencia en la cúpula de afines a Cospedal el nombramiento de otra exministra, Isabel García Tejerina, como vicesecretaria de Sectorial.

Mientras, Soraya Sáenz de Santamaría solo contará con un 'representante' en este grupo, la alcaldesa de Logroño, Cuca Gamarra, que será vicesecretaria de Política Social.

Además, en el Comité de Dirección entra también 'cuota Feijóo' con el nombramiento de la diputada coruñesa Marta González como vicesecretaria de Comunicación, porque como reconocía el entorno de Casado, el presidente de la Xunta -que oficialmente ha sido neutral- les ha ayudado mucho.

Otros dirigentes de la confianza de Cospedal ocupan además puestos de relevancia, como es el caso del exministro Juan Ignacio Zoido, presidente del Comité Electoral Nacional, el órgano que da el visto bueno a todas las listas en los comicios, mientras que el 'barón' extremeño José Antonio Monago será presidente del Comité de Presidentes Autonómicos del partido.

Por otro lado, Rafael Hernando pierde la portavocía en el Congreso, pero Casado le 'premia' con la Presidencia del Comité de Derechos y Garantías.

En su primera rueda de prensa como líder del partido, Casado ha insistido en subrayar que el organigrama que ha dado es la «constatación objetiva» de la integración que había prometido, y ha dado todos los nombres de los responsables afines a Sáenz de Santamaría que ocuparán diversas responsabilidades.

Y sobre el hecho de que no haya entrado el 'núcleo duro' de Santamaría, ha insistido en que «aquí no cabía negociación, cabía integración» y lo que él buscaba era la incorporación de compañeros «válidos» que no han querido incorporarse.

En cualquier caso, Pablo Casado ha asegurado que le guardará a Santamaría un sitio en el Comité Ejecutivo Nacional, el último de los cinco puestos de vocal de libre designación que ya ha dado a los demás contendientes en la carrera interna por el liderazgo, incluida María Dolores de Cospedal.

Cospedal deja así su puesto de miembro nato como presidenta regional del partido para ocupar el de vocal con el resto de candidatos y para que Casado reitere a Santamaría el mensaje de que sólo queda ella para integrarse en este nuevo PP.

Ante los suyos primero y los medios de comunicación después, Pablo Casado se ha mostrado convencido de que de la reunión de hoy sale un PP «unido» y «fuerte» y ha recordado que su compromiso de integración se plasma también en otras cosas, como en el respeto a los resultados de los congresos provinciales y regionales, así como el mantenimiento de las candidaturas ya designadas.

También ha confirmado que mañana habrá una reunión de los grupos parlamentarios de Congreso y Senado para llevar la integración al ámbito parlamentario.

Todo tras unas horas de infarto, como reconocía uno de sus más estrechos colaboradores, en las que Casado y los suyos han apurado hasta momentos antes del inicio del Comité Ejecutivo Nacional para terminar de cerrar la estructura y los cargos del nuevo PP.