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La Mesa del Parlament ha admitido el voto delegado del exconseller Antoni Comín, que se encuentra en Bélgica pendiente de saber si es extraditado o no a España, mientras que el Gobierno de Mariano Rajoy estudia posibles «acciones legales» contra esta decisión, que facilitaría una investidura sin la CUP.

La Mesa ha aceptado la solicitud presentada por Comín para delegar su voto en el portavoz del grupo parlamentario de ERC, Sergi Sabrià, una decisión que no ha gustado a Ciudadanos, el PSC y el PPC, que han presentado peticiones de reconsideración.

Precisamente este miércoles está convocado un pleno del Parlament para convalidar dos decretos ley, sobre la prórroga presupuestaria y la recuperación de una parte de la paga extra de los funcionarios de la Generalitat de 2012, votaciones en las que ya podría aplicarse la delegación de voto de Comín, si justo antes la Mesa, con mayoría independentista, rechaza las peticiones de reconsideración.

Acciones legales del Gobierno

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha anunciado que el Ejecutivo estudiará «acciones legales» ante la decisión de la Mesa de autorizar la delegación del voto de Comín, ya que a su juicio «no tiene sentido alguno».
Fuentes del Gobierno han precisado que primero deben ser los grupos parlamentarios catalanes los que traten de convencer a la Mesa de que reconsidere su decisión.

Ciudadanos ha registrado un escrito a la Mesa para pedirle que reconsidere la aceptación del voto delegado de Comín, a quien describe como un «fugado de la Justicia» que está «imputado por graves delitos de rebelión y malversación», sin que se haya «puesto a disposición» del Tribunal Supremo, que investiga la causa. La líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, ha pedido al Gobierno que «despierte» y recurra la delegación del voto de Carles Puigdemont y Comín, mientras que su partido «no descarta nada», incluido un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional.

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También el grupo parlamentario de PSC-Units ha presentado una solicitud de reconsideración de la decisión de hoy de la Mesa, si bien su portavoz, Eva Granados, ha asegurado que, en caso de que sea rechazada, descartan acudir posteriormente al Constitucional. El PPC ha registrado igualmente una petición de reconsideración, ya que, según ha argumentado su diputado Alejandro Fernández, la situación de Comín «no es análoga» a la de los dirigentes soberanistas en prisión o incluso a la de Puigdemont.

Por su parte, la portavoz adjunta de JxCat, Gemma Geis, ha respondido a las palabras de Rajoy sobre el voto delegado de Comín: «No nos resultan extrañas sus declaraciones de amenaza. Esa cantinela de la impugnación de voto ya la hemos escuchado antes».

JxCat «no renuncia» a investir a Puigdemont, si bien mantiene «abierta» de momento la candidatura de Jordi Sànchez.

Con el voto delegado de Comín, sumado al que ya fue admitido previamente de Puigdemont, JxCat y ERC dispondrían plenamente de sus 66 votos, lo que aseguraría que una próxima investidura saliera adelante -en segunda votación, por mayoría simple-, sin necesitar más que la abstención de los cuatro diputados de la CUP.
El portavoz de ERC en el Parlament, Sergi Sabrià, ha defendido el voto delegado de Comín ya que a su juicio su situación sí es «idéntica» a la de Puigdemont, por lo que sería un «sinsentido jurídico» su anulación por parte de los tribunales.

La portavoz parlamentaria de Catalunya En Comú-Podem, Elisenda Alamany, ha afirmado que los soberanistas «tienen todos los números para hacer un Govern ya».

La CUP ha celebrado que la Mesa haya aceptado la delegación de voto de Comín y considera que la reforma de la ley de la presidencia puede ser un medio válido para que «se garanticen los derechos de los diputados» y para que el Parlament pueda ejercer su soberanía.

Por su parte, Comín ha dicho en declaraciones a Catalunya Ràdio desde Bélgica que «no le da nada de miedo» una repetición electoral en Cataluña en caso de que, «de manera deliberada», se impida «materializar el mandato del 21D», si bien ha admitido que investir a Carles Puigdemont puede no ser «el único plan».