El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante la sesión de control al Gobierno de este miércoles. | Efe

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España obtiene 57 puntos en el ránking global de la ONG Transparencia Internacional (TI) publicado este miércoles, con lo que, pese a aprobar, acumula una pérdida de ocho enteros en los seis últimos años y marca un nuevo mínimo histórico.

El último Índice de Percepción de la Corrupción (CPI) sitúa a España en el puesto 42 de un total de 180 países, tras ceder un punto y un puesto con respecto a la edición previa de este estudio, lo que le sitúa en el vagón de cola de la UE, a la altura de Chipre y la República Checa.

Como en las últimas ediciones, Somalia y Sudán del sur cierran la tabla de TI, con nueve y doce puntos sobre un máximo de cien; mientras que en el otro extremo Nueva Zelanda y Dinamarca alcanzan los 89 y 88 enteros respectivamente.

La presidenta de TI, la argentina Delia Ferreira, lamentó el cambio que se ha operado en España en las últimas décadas, de ser un «paradigma» de cómo salir de una larga dictadura y construir instituciones consensualmente», con una «política más sana», a la actual situación, con el riesgo de «desapego ciudadano» por saturación.

«Cuando hay mucha corrupción en un país, se da el riesgo de que la gente se desentienda del problema. Algo tiene realmente que cambiar desde la demanda de la sociedad y desde la respuesta de la clase política, que debe entender que no puede seguir así», aseguró.

En su opinión, «las reglas son necesarias, pero no son suficientes» y las leyes contra la corrupción «no pueden servir como servilleta para tapar las manchas».

«Las leyes se hacen para prevenir y sancionar y para cumplirlas efectivamente. Pero con eso solo no alcanza. Se puede aprobar el mayor número de leyes de transparencia y ser un gobierno corrupto. Una cosa no quita la otra. Las leyes no significan real compromiso», argumentó.

La presidenta de TI consideró que «hay una deuda realmente fenomenal de la clase política española» en este ámbito y apuntó que percibe un «déficit» de concienciación en la ciudadanía española.

«La gente es clave para mejorar la situación porque debería poder cambiar exigiendo, demandando, y participando activamente en la política», señaló.

En el conjunto de la UE, tras Dinamarca, sobresalen por arriba en el índice Finlandia (85), Suecia (84), Luxemburgo, Holanda, Reino Unido (82) y Alemania (81).

Por debajo de España (57 puntos), se sitúan Malta (56), Italia y Eslovaquia (50), Croacia (49), Rumanía y Grecia (48), Hungría (48) y Bulgaria (43).

Entre las grandes potencias, EEUU se sitúa en el puesto 16º, con 75 puntos, seguido por Japón (en el 20º, con 73), China (en el 77º, con 41), India (en el 81º, con 40) y Rusia (en el 135º, con 29).