El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante su intervención en el Congreso Nacional de Pymes y Autónomos celebrado en Elche. | Efe

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El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha decidido este sábado intervenir en la discusión política sobre las lenguas en la enseñanza, una cuestión que, ha dicho, «atenta contra el progreso» y ha arremetido contra quienes impulsan este debate y «tratan de imponer» a la gente lo que no quiere.

Rajoy ha aprovechado su intervención en una convención del PP sobre pymes y autónomos en Elche para abordar este asunto en un momento en el que el Gobierno, al amparo de las capacidades que le da el artículo 155, cambie la regulación catalana para que se pueda elegir el castellano como lengua vehicular en esa comunidad.

Y ha hecho esta reflexión, además, en la Comunidad Valenciana, después de escuchar a la líder de su partido en la región, Isabel Bonig, pedir ayuda tras denunciar que el gobierno autonómico que preside el socialista Ximo Puig pretende trasladar a la Comunidad Valenciana «el mismo modelo de imposición lingüística de Cataluña».

Antes de hablar de la necesaria digitalización de la economía y de la importancia de adaptar la educación a la revolución digital, Rajoy ha hecho un inciso para subrayar que le parece «increíble» que se estén haciendo «debates sobre las lenguas imponiendo a la gente lo que no quiere que se le imponga». «Atenta contra el progreso y supone situarse en el peor pasado», ha dicho.

Y ha lamentado que se planteen esas imposiciones en lugar de dedicar los recursos de la educación «a la revolución digital» a la que ha dedicado buena parte de su discurso para subrayar las medidas puestas en marcha por el Gobierno en este campo.

En la clausura de este acto, Rajoy no se ha olvidado de otro asunto que también ha ocupado buena parte del debate político de la semana: la crisis, con riesgo de ruptura, en la relación entre el PP y su hasta ahora socio preferente, Ciudadanos.

Como suele hacer en sus intervenciones cuando habla de otros partidos, Rajoy se ha referido al asunto de forma implícita.

Pero ha sido tajante al poner en valor el PP, su experiencia y su gestión y contraponerlos a su rival.

Así, Rajoy ha dicho que el PP crea «oportunidades» frente a otros que se guían por el «oportunismo», y ha subrayado que su partido tiene una «hoja de servicio y una hoja de ruta».

También ha definido al PP como un partido «moderado, centrado, abierto, con principios firmes y valores sólidos». «Las ofertas líquidas y los inventos gaseosos se los dejamos a otros», ha añadido.

«A pesar de las cosas» que según ha dicho se están viendo en los últimos tiempos, y de los «espectáculos» que dan algunos, el PP sigue siendo «el primer partido de España y el que tiene más militantes, que son además «más aguerridos con más personalidad y mayor nivel», ha continuado.

Y ha insistido, al principio y al final de su discurso en Elche, en que el PP es «un partido que cree en España» y que está «al servicio de las personas», mientras que «otros» están «al servicio de sus propias ensoñaciones».

«Hemos sido y seguimos siendo un partido útil», ha insistido Rajoy, quien ha acabado su intervención en este acto subrayando que el suyo es el principal partido de España. «Y no somos unos aficionados», ha apostillado.

Todo en un acto en el que Rajoy ha repasado las medidas para favorecer la digitalización de la economía, desde programas de formación a empresas y trabajadores a ayudas a la transformación digital de las pymes, y ha prometido que habrá una regulación que obligue a tributar en España a los negocios en la red que obtienen beneficios en este país aunque tengan su domicilio fiscal en otro.

También ha aludido Rajoy un día más a la financiación autonómica, y en esta ocasión ha pedido a los socialistas que hagan una propuesta unitaria sobre financiación autonómica y la pongan encima de la mesa para negociar con el PP.

Rajoy ha hecho este reclamo en la misma semana en la que ha encargado a su propio partido que elabore también una posición unitaria sobre el modelo de financiación autonómica que sirva para negociar con el PSOE. Y ha llamado a toda la oposición a «mojarse sobre este asunto».

Ante los simpatizantes y dirigentes del partido en la Comunidad Valenciana, Rajoy ha prometido por otra parte que el Corredor Mediterráneo será una realidad, y también ha asegurado que piensa instar al PSOE a firmar con el PP un pacto sobre el agua. «A ver si son capaces» de suscribirlo, ha dicho.

Tras la clausura de esta convención, que por la mañana ha inaugurado la ministra de Empleo, Fátima Báñez, Rajoy se ha dado un paseo por el centro de Elche acompañado de Bonig, el vicesecretario de comunicación, Pablo Casado; el portavoz del partido en el Congreso, Rafael Hernando, y otros cargos institucionales y orgánicos.