Un momento de la manifestación del Día Internacional contra la Violencia de Género en Granada. | Efe

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Miles de personas han salido este sábado a las calles en más de 50 ciudades españolas para mostrar su rechazo a la violencia contra las mujeres y reivindicar que el sistema judicial garantice la protección de las mujeres y reconozca los hechos y a las víctimas.

Una gran marcha ha entonado en el centro de Madrid un «no es no» contra la violencia machista -que en lo que va de año ha acabado con la vida de 45 mujeres en España- en el que ha sido el acto central con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

Cientos de personas han partido de la plaza de la Villa -a poco más de medio kilómetro de metros de la Puerta del Sol- portando velas y globos negros, cada uno con el nombre de las víctimas de este año, y han portado en la cabecera una pancarta con el lema «Ser mujer es un estado de guerra».

En Valencia, y bajo el lema «Nos queremos vivas, libres y rebeldes. Juntas somos más fuertes», miles de manifestantes han reivindicado que se dé prioridad a las políticas de prevención, que el sistema judicial genere «estructuras reales de protección» y que amplíe la calidad y cantidad de los turnos de oficio con perspectiva feminista.

También han reclamado que se eliminen las trabas para que las mujeres inmigrantes puedan acceder a las medidas de atención y que los medios se comprometan en la lucha contra este tipo de violencia, evitando el sensacionalismo morboso.

La vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra, ha afirmado esta mañana, tras participar en una concentración frente al Palau de la Generalitat, que «no es posible que haya silencio cuando alguien sabe que su compañera, amiga o hermana está siendo maltratada, hay que enfrentarse al agresor porque una sociedad sana no mata a sus mujeres».

«Estamos aquí por Caterina, una mujer de 31 años que fue asesinada ayer en Vinaròs. Llevamos un mes difícil, nos hemos visto tres veces -en referencia a crímenes anteriores- para mostrar que estamos al lado de las víctimas, en guerra contra los agresores».

En Pamplona, donde estos días se celebra el juicio por la violación colectiva a una mujer en los sanfermines, una manifestación con el lema «Nuestra palabra cuenta» ha denunciado «el cuestionamiento de las mujeres agredidas» y que el sistema judicial «no sirve para garantizar» su intimidad y protección, ya que en los procedimientos «se invierte la carga de la prueba».

En Euskadi, miles de personas han expresado su rechazo a la violencia machista en manifestaciones que han recorrido las capitales vascas con lemas como «Nuestra palabra cuenta», «Ningún ataque sin respuesta» o «Aquí estamos, nosotras no violamos».

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En declaraciones a los medios, dos portavoces del movimiento feminista en Vitoria han censurado que se cuestione a las mujeres víctimas y han insistido en la importancia de reconocer sus relatos.

Centenares de personas han salido a las calles de Sevilla para participar en la marcha convocada como acto central en la provincia con motivo de la conmemoración de esta jornada.

En Granada, la Plataforma 25 de Noviembre ha puesto especial acento en el caso de Juana Rivas, que ha encabezado la marcha y ha afirmado que su lucha «no va a parar».

En Málaga,la plataforma Violencia Cero ha denunciado en un manifiesto las conductas que tienden a mostrar una imagen denigrada de las mujeres y ha criticado la «pasividad y la dejación» del Gobierno con los recortes en los últimos años en políticas de igualdad.

Unas mil personas se han manifestado en Santander y han recordado a las víctimas con un minuto de silencio y un acto de homenaje en memoria de las mujeres y niños asesinados por la violencia de género.

Durante la marcha, a la que ha acudido, entre otros el presidente de Cantabria, los manifestantes han coreado gritos de protesta como «A ellas las culpan, a ellos los disculpan», «Tranquila hermana, venimos en manada» y «La manada somos nosotras».

Cientos de personas se han manifestado en Oviedo, a pesar de la lluvia, con pancartas que advierten de que «El machismo mata», y al grito de «Ninguna agresión sin respuesta».

En Cuenca, la hermana de Marina Okarinska -la joven asesinada junto con su amiga Laura del Hoyo por Sergio Morate en 2015- ha acudido a la concentración, a la que han asistido numerosas mujeres y muchas familias.

En Badajoz, alrededor de 300 personas han participado en una marcha protagonizada por la Asociación de Mujeres Progresistas de Badajoz bajo el lema «¡El silencio nos mata! Rompamos el silencio».

En Mérida, un grupo de chicas muy jóvenes procedentes de distintas localidades de Extremadura han protagonizado un emotivo acto en la Plaza de España. Vestidas de negro y con moratones y heridas pintadas en la cara han querido ser «el grito de las que ya no tienen voz», de las mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas.