Según Puigdemont, la solución es «sentarse a hablar»: «basta ya de policía, basta ya de fiscales y de jueces y de encarcelamientos». | Reuters

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El expresidente de la Generalitat catalana Carles Puigdemont ratifica en una entrevista difundida por la radio pública alemana «Deutschlandfunk» que no pedirá asilo en Bélgica, asegura que no está fugado y pide dialogar «bilateralmente» con el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy.

«Quiero hablar y debo hablar con el presidente del Gobierno y hay que hablar bilateralmente, porque el problema que existe en Cataluña no existe en otra comunidad autónoma española», manifiesta Puigdemont.

Preguntado sobre si aceptaría dialogar con Rajoy en Bruselas, asegura que sí, porque la solución es «sentarse a hablar»: «basta ya de policía, basta ya de fiscales y de jueces y de encarcelamientos», reclama.

Aboga así por escuchar las propuestas del otro sobre una base «de reconocimiento mutuo": «a lo mejor avanzamos y a lo mejor encontramos un punto intermedio que nos convenza», añade.

A su juicio, una reforma constitucional actualmente resulta «imposible», porque en el Parlamento las fuerzas minoritarias no tienen poder para intervenir de forma decisiva.

«Tenemos nosotros una propuesta, estado independiente; estamos dispuesto a escuchar cuál es la propuesta del Estado español, pero no puede ser lo que hoy forma parte del problema, el actual estatus quo», agrega.

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Puigdemont, que sigue considerándose presidente de Cataluña porque, a su juicio, quien lo ha cesado «no tiene autoridad» para hacerlo, insiste en que no pedirá asilo y estima que nunca ha estado «ni un minuto fuera de la ley», ya que llegó a Bélgica legalmente y cuando se enteró de la petición de extradición se puso a disposición de las autoridades del país.

«En ningún momento he estado oculto, fugado, escapando de la justicia; he dado la cara, la voy a dar y voy a asumir mis responsabilidades. Mi intención no es escaparme», manifiesta tras explicar que en Bélgica, independientemente de cuál sea el resultado del proceso de extradición, siente que puede defender sus derecho y también los de sus compañeros de Gobierno encarcelados.

Preguntado sobre si estaría dispuesto a ir a la cárcel, considera que no tiene «otra alternativa», porque no quiere «ser un fugado», aunque se pregunta qué ocurriría si tiene que ir a prisión después de ganar unas elecciones y de ser investido presidente de la Generalitat.

En su opinión, si después de hacerlo todo para derrotar al independentismo -«encarcelando, exiliando, pegando a la gente»- el resultado de las elecciones del 21 de diciembre es similar al de los últimos comicios, «Rajoy tiene un problema, porque lo ha intentado todo y no sólo no ha acabado con el problema, lo ha hecho mayor».

«La derrota será para España», insiste Puigdemont, quien asegura que formuló «infinidad de ofertas de diálogo» a Rajoy y que éste le dijo «literalmente, no puedo y no quiero»; «y me lo dijo a la cara», apostilla.

Preguntado sobre si aceptaría una propuesta de un sistema fiscal similar al vasco y más garantías para el reconocimiento de la cultura y la lengua catalana, recuerda que eso ya lo propuso el expresidente catalán Artur Mas y fue rechazado y se muestra convencido de que ahora eso no está encima de la mesa.

«¿Quiere el estado español poner encima de la mesa esta propuesta?. Ya le avanzo que estamos dispuestos a escuchar todo». añade Puigdemont, quien pide «desdramatizar» la división social en Cataluña porque una sociedad democráticamente madura está preparara para afrontar todos los debates.