Dos Mossos D'Escuadra observan a la gente congregada ante el colegio Infant Jesus de Barcelona. | Alberto Est

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El Gobierno considera que las nuevas instrucciones de la Generalitat sobre la votación del 1-O confirman que el Estado de derecho «ha desbaratado el referéndum ilegal» y certifica que «han liquidado cualquier vestigio de respetabilidad democrática».

Fuentes del Gobierno han rechazado, en una primera valoración, el anuncio del conseller de la Presidencia, Jordi Turull, quien ha asegurado que se podrá celebrar un referéndum con garantías con un censo universal, en cualquier local habilitado, aunque se permite votar sin sobres y con papeletas imprimidas en casa.

Las mismas fuentes han subrayado que, por primera vez en la historia mundial de las elecciones, «se cambian las normas de votación a 45 minutos de que ésta comience, con el único objetivo de forzar el resultado de la misma».

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«Sin censo, con papeletas de casa, sin sobres y en el colegio que a cada uno le de la gana. Si el 6 y 7 fue un bochorno democrático, lo de hoy es un bochorno electoral», ha señalado el Ejecutivo.

En rueda de prensa, el conseller Jordi Turull ha asegurado que el Govern «ya está en condiciones de afirmar» que podrá celebrarse un referéndum «con garantías», con un censo universal de 5,3 millones de catalanes.

Desde el International Press and Broadcasting Center, habilitado en Barcelona para hacer el seguimiento informativo de la jornada del 1-O, Turull y el conseller de Asuntos Exteriores, Raül Romeva, han comparecido para anunciar los detalles logísticos del referéndum que el Govern quiere celebrar hoy pese a la suspensión decretada por el Tribunal Constitucional (TC).