La diputada catalana de la CUP Eulàlia Reguant (tercera por la izquierda), junto a integrantes de la formación anticapitalista de Palma, durante la lectura del manifiesto en la capital balear. | CUP Palma

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La CUP ha afirmado que «no habrá marcha atrás ni retorno» en el proceso iniciado para ejercer el derecho de autodeterminación de Cataluña pese al «embate represivo» que «ya tiene lugar por parte del Estado español contra los derechos democráticos y las libertades de expresión y de reunión».

La CUP ha realizado este mediodía en las cuatro capitales de los territorios catalanohablantes -Barcelona, Valencia, Mallorca y Perpinyà (Francia)- un acto simultáneo de apoyo al referéndum convocado por el Parlamento y el gobierno catalán, y suspendido por el Tribunal Constitucional.

Las representantes desplazadas a la capital valenciana han denunciado que agentes de la Policía las han identificado, impidiendo realizar el acto con normalidad.

En Barcelona, el acto se ha celebrado en el Fossar de les Moreres y en él el diputado de la CUP Joan Garriga ha reivindicado «el marco nacional de los Países Catalanes» y ha considerado que el hecho de que el referéndum del 1 de octubre sólo haya podido ser convocado en Cataluña «es una cierta contradicción que hay que saber gestionar con inteligencia».

Según Garriga, el proceso que está en marcha en Cataluña supone «un reto político por la voluntad de un pueblo que aspira a construir su futuro y a decidirlo todo» y que impulsa el ejercicio del derecho de autodeterminación «desde abajo, desde la calle».

Ha señalado también que la aprobación por parte del Parlament de las leyes de desconexión «inicia la recuperación del ejercicio de la soberanía catalana, una vez constatado el fracaso de una vía negociada con el Estado por la falta de voluntad de este último».

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«No habrá marcha atrás, esto no tiene retorno», ha subrayado Garriga en relación con «la ofensiva» emprendida desde el Gobierno central, los tribunales y la fiscalía para tratar de frenar la organización del referéndum.

Este mismo diputado 'cupero' ha indicado que la autodeterminación «supera cualquier actitud partidista y abre las puertas a la oportunidad de construir una Cataluña socialmente más justa».

El también diputado de la CUP Benet Salellas ha puntualizado que «que quien registra diarios e imprentas y limita los derechos fundamentales son los que llevan tricornio, es decir, la Guardia Civil, y esperamos que los Mossos estén al lado de la ciudadanía y de la gente, garantizando sus derechos democráticos básicos».

Según Salellas, «cuando llegan requerimientos a los medios de comunicación y se les prohíbe informar se pone en cuestión el derecho a la libertad de expresión, y si se prohíben actos políticos se ataca, además, la libertad de reunión».

«Frente al embate antidemocrático abierto por el Estado español para tratar de aniquilar las instituciones democráticas de este país, hay que responder con firmeza y determinación», ha añadido Salellas antes de señalar que «cada uno tiene que decidir en qué lado está, en el de los que defendemos los derechos civiles y políticos o en el de los que los atacan».

La concejal de la CUP en el Ayuntamiento de Barcelona Maria Rovira ha indicado, por su parte, que «cualquier gobierno municipal de izquierdas tiene que abrir los colegios electorales y, si no se atreve, que nos den las llaves a nosotros, que ya los abriremos».

En el acto de la CUP se ha leído un manifiesto en el que «se anima al pueblo catalán a votar con una sonrisa revolucionaria y sin miedo».