El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en los pasillos del Parlament de Cataluña, donde los partidos prosiguen el debate sobre el proceso independentista abierto por el Parlamento catalán y el Govern de la Generalitat, después de que el Tribunal Constitucional haya suspendido de forma cautelar la convocatoria del referéndum. | Efe

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El fiscal general del Estado, José Manuel Maza, ha dictado una instrucción en la que insta a las fuerzas de seguridad a actuar ante cualquier preparativo del referéndum del 1-O desarrollado por autoridades, funcionarios públicos o incluso particulares.

Maza envió esa instrucción, a la que ha tenido acceso Efe, al fiscal superior de Cataluña y a los cuatro fiscales jefes provinciales de esa comunidad autónoma.

En ella, insta a instruir a los máximos responsables de la Guardia Civil, la Policía Nacional y los Mossos d'Esquadra para que, en funciones de policía judicial, elaboren atestados e intervengan los efectos del delito «ante cualquier actuación de autoridades, funcionaros públicos o de particulares, en connivencia con los anteriores, dirigida a la organización del referéndum».

En primer lugar, se dirige al fiscal superior de Cataluña y le manda impartir su instrucción general a los responsables de esos cuerpos, concretamente al general jefe de la zona de la Guardia Civil, al jefe superior de Policía de Cataluña y al Major del Cos de los Mossos.

Esta instrucción la deben remitir a «los servicios y unidades centrales a su mando» en Cataluña, para que en sus funciones de policía judicial elaboren atestados en caso de que se realicen preparativos para la consulta.

En segundo lugar, ordena a los fiscales jefes de cada provincia notificar la instrucción del fiscal superior de Cataluña a los responsables de las fuerzas de seguridad en cada uno de esos territorios con el fin de que actúen del mismo modo ante cualquier actuación en el ámbito local o provincial.

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Estos fiscales notificarán asimismo, por orden de Maza, su instrucción a los fiscales jefes de área de cada provincia «para que estos las cumplimenten en su respectiva demarcación».

Además, emplaza al fiscal superior y a los fiscales jefes a remitir instrucciones particulares si tienen conocimiento de cualquier acto concreto dirigido a la organización del referéndum.

Y a que incoen diligencias de investigación y formulen denuncias o querellas cuando reciban atestados o tengan conocimiento por otra vía de actos preparativos del 1-O.

A su juicio, la notoriedad de la prohibición de la organización hace que cualquier conducta de autoridades, funcionarios o particulares dirigida a tal fin sea indiciariamente constitutiva de delitos de desobediencia, prevaricación y malversación de caudales públicos.

En la instrucción -dictada antes de que el TC anulara el referéndum- se citan las resoluciones anteriores en las que ese tribunal ya había recalcado la ilegalidad de esa convocatoria, unos pronunciamientos «reiterados de forma clara, sin fisuras, públicos y difundidos», expone Maza en su escrito.

La instrucción afirma que los pronunciamientos del TC dejan clara la «falta de competencia de la Comunidad Autónoma de Cataluña para convocar consultas, incluso no referendarias, que versen sobre cuestiones que afectan al orden constituido», por lo que «queda fuera de toda duda la ilegalidad de cualesquiera actos dirigidos a la celebración del referéndum de autodeterminación».