Mariano Rajoy, encabezando el Consejo de Ministros extraordinario convocado tras la aprobación de la ley del referéndum por parte del Parlament de Cataluña. | Reuters

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El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha asegurado este jueves que no renunciará «a nada» para impedir que los independentistas catalanes «liquiden de un plumazo» el modelo de convivencia democrático marcado por la Constitución y las leyes.

«Nadie va a vacilar a la hora de cumplir con su deber. La democracia responderá, lo hará con firmeza, con aplomo, con serenidad y con dignidad», ha proclamado Rajoy en una comparecencia en el Palacio de la Moncloa para anunciar las medidas legales del Gobierno para afrontar el desafío soberanista.

En una extensa declaración, el jefe del Ejecutivo ha advertido al Gobierno de la Generalitat de que «lo que no es legal, no es democrático», y ha garantizado que el Gobierno defenderá «el imperio de la ley», que es «garantía» de convivencia democrática.

Ha reconocido ser consciente de sus «obligaciones» como presidente de Gobierno, de lo que «se espera» de él y de la «gravedad» del momento que se vive en Cataluña tras las decisiones adoptadas este miércoles por el Parlament y la propia Generalitat, y a renglón seguido ha remarcado que no renunciará «a nada» para impedir que se acabe con el actual modelo de convivencia.

De «autoritarias» y «antidemocráticas» ha calificado las últimas actuaciones de los independentistas catalanes, un «espectáculo» democráticamente «deplorable», y ha defendido que todos los ciudadanos tienen derecho a decidir sobre la soberanía nacional, porque «a todos les pertenece».

Lo ocurrido en el Parlament supone a su entender «uno de los mayores golpes que han sufrido las instituciones catalanas en toda su historia».

Mariano Rajoy ha lanzado varios mensajes, uno de ellos dirigidos a los ciudadanos de Cataluña y a los funcionarios de esta comunidad. Les ha dicho que «estén tranquilos» porque «nadie les puede obligar a hacer nada ilegal», ya que, si bien la ley les obliga, «también les protege y les defenderá frente a cualquier arbitrariedad».

El presidente se refería así a los pasos dados por la Generalitat para la celebración de un referéndum que, a juicio de Rajoy, «se pretende imponer de forma chapucera e ilegal».

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En varias ocasiones ha insistido en que esta consulta no se va a celebrar, porque supone «un claro e intolerable acto de desobediencia a nuestras instituciones democráticas» que el Gobierno tiene que defender.

Ha agradecido a la oposición en el Parlament y a sus servicios jurídicos el «coraje» que demostraron este miércoles a la hora de defender «la legalidad y la dignidad» de las instituciones catalanas, y les ha dicho que «no están solos» sino arropados por «todos los demócratas dentro y fuera de Cataluña».

La oposición, ha reiterado, aunque perdió una votación, obtuvo una «gran victoria política» y logró poner «en evidencia» la «perversión democrática de este proceso» y para que los catalanes vean «el tipo de régimen político que quieren imponerles».

También ha manifestado que gracias a los letrados el Parlament «sigue siendo una institución respetable» y ha emplazado a la Generalitat a no seguir avanzando hacia un «precipicio internacional» y asumir el «fracaso» de su proyecto.

Ha subrayado que deben abandonar el proceso y renunciar a «imponer por las bravas» sus planteamientos, para afirmar que el Estado de Derecho «no se va plegar a su bravatas e ilegalidades».

Al conjunto de los españoles ha dicho Rajoy que entiende su «incertidumbre» y «zozobra» y a los catalanes les ha animado a «sentirse concernidos» por lo que está ocurriendo.

El presidente Rajoy ha agradecido la «disposición y la lealtad» de los partidos que defienden el orden constitucional, actitud que, a su juicio, es «objeto de tranquilidad» y contrasta con la «fractura» que se presenció ayer en el Parlamento de Cataluña.

«He trabajado y trabajaré para mantener esa lealtad recíproca», ha remarcado al felicitarse por la respuesta «serena pero firme» de los líderes de los partidos constitucionalistas.