El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante su comparecencia el pleno extraordinario del Congreso de los Diputados. | Emilio Naranjo

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El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha finalizado su primera intervención en el pleno de este miércoles, en la que no ha citado en ningún momento el caso Gürtel, poniendo en duda la utilidad de esta comparecencia y reprochando a la oposición que la haya impulsado por motivos distintos al control al Gobierno.

Rajoy ha acabado su discurso en este pleno recordando las prioridades de su Gobierno, entre las que ha citado la lucha contra el terrorismo y la recuperación económica así como su compromiso de seguir luchando contra la corrupción.

Ha apostillado subrayando que no está seguro de que este tipo de debates sean «muy útiles». «Me temo que el objetivo de algunos sea otro e intuyo además que mucha gente empieza a darse cuenta», ha señalado Rajoy en un claro mensaje de reproche a la oposición.

Todo después de un discurso de cuarenta minutos en los que en ningún momento se ha referido de forma explícita al caso Gürtel, o a la supuesta financiación ilegal del PP, cuestiones por las que la oposición había pedido este pleno extraordinario.

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Además, ante las responsabilidades políticas que le reclaman los demás partidos, ha señalado que dichas responsabilidades se piden en una moción de censura, con la que la Cámara Baja le puede retirar su confianza.

Y ha recordado que hace muy poco tiempo el Congreso no le retiró dicha confianza -al no salir adelante la moción de censura presentada por Podemos- y por tanto no le obligó a asumir responsabilidades políticas.

«Por tanto mi obligación es gobernar, y lo seguiré haciendo para cumplir con los españoles y con esta Cámara. Y no voy a abdicar» de dicha obligación, ha añadido.

Además ha asegurado que no ve motivos para haber convocado un pleno extraordinario del Congreso con el fin de que hable sobre la corrupción y ha criticado el «celo inquisitorial» de representantes de la oposición.