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El Ministerio de Asuntos Exteriores ha cesado al cónsul de España en Washington, Enrique Sardà Valls, después de conocerse un comentario suyo en una red social en el que se mofaba de la presidenta andaluza, Susana Díaz, y ridiculizaba el acento de los andaluces.

Tras conocerse el cese, el vicepresidente de la Junta de Andalucía, Manuel Jiménez Barrios, que este martes había pedido la «reprobación» del cónsul- ha mostrado su «satisfacción» y ha agradecido al Ministerio de Exteriores su «rápida respuesta tras los comentarios insultantes de su cónsul en Washington», ha informado el Gobierno andaluz en un comunicado.

Jiménez Barrios -añade la nota- ha hablado esta tarde con el ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, para expresarle personalmente las gracias por su decisión y ha destacado que el Ministerio «no ha tardado en reaccionar tras la queja oficial».

Asimismo, el vicepresidente de la Junta de Andalucía se ha congratulado de que se hayan tomado medidas contra el autor del comentario.

«Por desgracia, los andaluces nos hemos acostumbrados a ser objeto de algunas mofas y comentarios improcedentes por parte de algunos dirigentes políticos que utilizan los tópicos y los prejuicios para mostrar su despreció a esta tierra, así que ahora que el Gobierno ha decidido no pasar por alto estos insultos, no queda más que agradecer la decisión del ministro», ha afirmado el vicepresidente de la Junta.

La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha asegurado en su cuenta oficial de Twitter que se siente «orgullosa de ser andaluza» y de su «acento andaluz», en respuesta al comentario de cónsul.

El Gobierno andaluz había pedido este martes al ministro Dastis (nacido en Jerez, Cádiz), que «reprobara» al cónsul tras conocer el texto que publicó este lunes en su cuenta de Facebook, en el que criticaba a la presidenta andaluza por llevar un vestido de color rojo similar al de la reina Letizia durante un acto cultural el pasado 24 de julio en Málaga, al tiempo que ridiculizaba el acento andaluz.

El texto escrito por el cónsul en su red social decía literalmente:

«Verano tórrido. Hay q ber q. ozadia y mar gusto la de la susi. mira q ponerse iguá q letirzia. cm se ve ke n.sabe na de protoculo ella tan der pueblo y de izquielda. nos ha esho quedar fatá a los andaluse. dimicion ya».

Y lo acompañaba con una foto de la visita de la Reina a Málaga en la que va acompañada de la presidenta de la Junta de Andalucía.

«Su conducta tiene que ser reprobada», dijo el vicepresidente Jiménez Barrios tras el Consejo de Gobierno, que señaló que había hablado por teléfono con el ministro, que no conocía lo sucedido, para transmitirle la queja del Gobierno andaluz y pedirle que se produjera una «rectificación pública».

Tras subrayar que un responsable público tiene que «comportarse con la debida cortesía y acorde a la representatividad que le ha otorgado el pueblo español», ha concluido que «este señor no está a la altura del cargo público que ostenta».

Jiménez Barrios envió también una carta a Dastis en la que le solicitaba formalmente que fuera reprobado.

En la misiva, a la que ha tenido acceso Efe, Jiménez Barrios le recuerda al ministro que el autor del comentario «no es sólo un ciudadano que ejerce su libertad de expresión haciendo una declaración desafortunada», sino que se trata de un representante diplomático del Gobierno de España «en una de las principales ciudades del mundo, la capital de los Estados Unidos».

«La noticia que se hace eco del comentario insultante está teniendo una amplia repercusión en los medios de comunicación, causando un perjuicio a la imagen de la presidenta del Gobierno andaluz y al propio nombre de Andalucía», lamenta.

Según el vicepresidente de la Junta, dicho comentario «abunda en los tópicos más desgraciados sobre esta tierra y demuestra un desprecio hacia Andalucía y hacia su presidenta que descalifica de raíz a quien lo escribe».

Asuntos Exteriores ha efectuado «los trámites necesarios» para el cese de Sardá Valls, confirmaron a Efe fuentes del Ministerio, que precisaron que tanto el cese como el nombramiento del cónsul es una «decisión discrecional» del ministro, Alfonso Dastis.