Era un secreto a voces que el diputado vasco abandonaría la primera línea con el regreso de Pedro Sánchez. | Efe

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Eduardo Madina, dos veces enfrentado a Pedro Sánchez y dos veces derrotado por el secretario general del PSOE, deja el escaño y la política.

Era un secreto a voces que el diputado vasco, a quien se veía taciturno por los pasillos del Congreso, lo iba a dejar, solo era cuestión de tiempo.

No era la primera vez que Madina sufría una dura travesía por el desierto, condenado al ostracismo al que le relegó su primera derrota ante Sánchez en las primarias de julio de 2014.

Perdió primero el escaño, relegado a un lugar en la lista electoral por Madrid que no le garantizaba un puesto de salida.

La repetición de las elecciones de junio de 2016 dio una segunda oportunidad al político vasco, que regresó al Congreso como una de las puntas de lanza de la rebelión interna que se fue gestando contra el secretario general.

Madina, junto con otros barones críticos, colaboraron para destronar a Sánchez, lo que consiguieron en un dramático Comité Federal, en el que el secretario general se vio obligado a dimitir ante la falta de apoyo de la dirección del partido.

Con la dramática marcha de Pedro Sánchez de octubre y la abstención del PSOE en la investidura de Mariano Rajoy ordenada por la gestora, Madina recuperó el protagonismo que se le había negado por su enfrentamiento con Sánchez.

Se dio la paradoja de que Susana Díaz, que optó por amadrinar a Sánchez en las primarias de 2014, fue después su candidata en las segundas primarias del pasado mes mayo, en la que Sánchez volvió a ganar. De nuevo, Sánchez le ganaba el pulso.

Madina fue uno de los máximos colaboradores de la candidatura de Susana Díaz y, de hecho, fue el encargado de presentar a la presidenta andaluza en su puesta de largo en un acto en Madrid al que asistieron exsecretarios generales como Felipe González o Alfredo Pérez Rubalcaba.

Por encargo de la gestora que asumió el mando del partido tras la marcha de Sánchez, Madina también fue el coautor de la ponencia marco del 39 Congreso del pasado mes de junio que después fue ampliamente enmendada por la nueva dirección de Pedro Sánchez.

De hecho, Madina renunció a presentar la ponencia en el Congreso, consciente de que ya no contaba con el respaldo de Pedro Sánchez y porque no quería participar de su «demolición» a manos del secretario general.

Desde el 39 Congreso, y con la amplia remodelación del grupo socialista ordenada por el secretario general, Madina volvía al ostracismo y quedaba en minoría en la Cámara Baja.

Se abrían de nuevo las especulaciones sobre su inminente marcha que, finalmente, se ha hecho oficial.

En su mensaje de despedida, Madina ha anunciado que no sólo deja el escaño sino la política para emprender una «nueva etapa profesional» que nada tiene que ver con la actividad institucional.

Pese a su enfrentamiento, desea «la mayor de las suertes» tanto a Pedro Sánchez como al PSOE, un partido «fundamental» en el desarrollo de España que «siempre» le tendrá a su disposición.

«Sus valores y sus principios seguirán siendo los míos y, como siempre han hecho, continuarán guiando mi vida», proclama.

Nacido en Bilbao, el 11 de enero de 1976, Eduardo Madina es licenciado en Historia Contemporánea por la Universidad de Deusto y máster en Relaciones Internacionales y en Recursos Humanos.

El episodio que marcó su vida política fue el atentado que sufrió en febrero de 2002, cuando ETA le colocó una bomba lapa bajo su vehículo que le provocó la amputación de una pierna.

Dos años más tarde, en marzo de 2004, fue elegido diputado por Vizcaya y designado portavoz socialista en la Comisión de Cooperación Internacional para el Desarrollo del Congreso, puesto que repitió después de los comicios del 9 de marzo de 2008.

En el mes de julio de ese mismo año entró como vocal en la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE y en 2009 fue designado secretario general del grupo parlamentario socialista en el Congreso.

El diputado vasco ha sido galardonado con el Premio Promesa 2002, el Premio Tomás Meabe a la Tolerancia y está distinguido con la medalla de la Orden al Mérito Constitucional.