El presidente, Carles Puigdemont (i), y el conseller de Exteriores, Raül Romeva (d), durante la conferencia que han ofrecido en las instalaciones del Parlamento Europeo. | STEPHANIE LECOCQ

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El presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, explicó este martes en Bruselas que convocará este año un referéndum por la independencia y aseguró que, aunque espera que la consulta «se acuerde con el Gobierno», ésta se celebrará «en cualquier caso» y «como muy tarde, en septiembre».

«Quiero dejar claro que queremos que este referéndum se acuerde con el Gobierno de España, dado que es la opción más aceptable para todos (...) pero, si el Gobierno mantiene su posición (...), Cataluña tendrá un referéndum vinculante por la independencia», dijo Puigdemont en un acto en una de las salas del Parlamento Europeo.

La conferencia, a la que acudieron también el vicepresidente, Oriol Junqueras, y el conseller de Exteriores, Raül Romeva, fuera de la agenda oficial de la Eurocámara, tuvo lugar en una sala abarrotada, con más de 400 personas, que aplaudieron a los convocantes.

Además de los tres eurodiputados organizadores del acto -Josep Maria Terricabras (ERC); Ramón Tremosa (Convergència) y Jordi Solé (ERC)- acudieron también al acto otros parlamentarios como Ernest Urtasun (ICV), Xabi Benito (Podemos), Josu Juaristi (Bildu), Francesc Gambús (Unió), Lidia Senra (Alternativa Galega) y el escocés Alyn Smith, del Partido Nacionalista Escocés.

En un discurso en catalán, francés e inglés y traducido simultáneamente al alemán, inglés, francés, español, esloveno, checo y lituano, Puigdemont defendió la legitimidad de un referéndum por la independencia como «una solución europea, europeísta y democrática».

«La propuesta de diálogo y búsqueda de consenso estará abierta hasta el último día. Pero queremos dejar claro que no cederemos si el Gobierno mantiene obstinadamente su posición e incluso de rechazar las negociaciones», afirmó.

Puigdemont admitió que «para completarse, el proceso requeriría la validación democrática de sus ciudadanos» pero mantuvo su posición de que el referéndum es «legalmente viable».

«El único problema es la falta de voluntad política. Por ahora, un grupo de expertos ya ha propuesto cinco posibles vías legales que llevarían a una consulta acordada con España», afirmó.

Carles Puigdemont criticó la actitud del Gobierno de Mariano Rajoy y pidió a la Unión Europea «que no mire hacia otro lado» y advirtió de que «esto debe tomarse en serio».

«Las únicas decisiones que se han tomado han sido para perseguir el proceso judicialmente, judicializando la política (...) en un claro ataque a la separación de poderes y lejos de los estándares de la UE», argumentó Puigdemont, quien explicó que «el 80% de los catalanes están a favor de un referéndum, independientemente de lo que voten».

El presidente de la Generalitat felicitó al nuevo presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, a quien pidió «que dé cumplimiento al compromiso que adquirió por carta para que el catalán sea lengua oficial también en el Parlamento Europeo».

Antes de ser elegido presidente, Tajani dijo, en una respuesta escrita en catalán a un grupo de eurodiputados, que solo dará luz verde al uso del catalán en el pleno si así lo solicitara el Gobierno español.

Puigdemont no fue recibido por ninguna autoridad del Parlamento Europeo y, durante la conferencia, Tajani presidía en otra sala del PE la recepción del cuerpo diplomático ante la UE, un acto programado desde diciembre, antes de su elección como presidente, y tradicional de la cámara, explicaron a Efe fuentes parlamentarias.

Por su parte, Romeva, exeurodiputado en la cámara europea, sostuvo en su discurso que «Europa no puede construirse subestimando a sus ciudadanos», y dijo que el «brexit» es «una expresión de la desafección a la que conduce esa respuesta».

Junqueras, el único que dijo unas palabras en castellano, se centró en hablar de la situación económica y criticó que el Gobierno tome «decisiones en función de criterios políticos».

Tras el acto, el eurodiputado del PP Santiago Fisas dijo que Puigdemont ha defendido «algo ilegal sabiendo perfectamente que lo es», por lo que «no ha contado con ningún tipo de respaldo de las instituciones europeas y se ha convertido en un mitin político».