La portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid, Esperanza Aguirre, durante su intervención este miércoles en la presentación, en un almuerzo-coloquio en el Círculo Ecuestre en Barcelona, de su primer libro, 'Yo no me callo'. | Efe

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La portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid, Esperanza Aguirre, ha apostado este miércoles por la unión de PP y C's en un solo partido de centroderecha, ya que ambas fuerzas comparten la «misma raíz» liberal y conservadora, además de que los populares deben «recuperar» todas esas personalidades que dejaron el partido.

En un almuerzo-coloquio en el Círculo Ecuestre de Barcelona, la expresidenta de la Comunidad de Madrid ha presentado su primer libro «Yo no me callo», en un acto donde ha defendido que el PP inicie un proceso de «análisis y reflexión cuanto antes mejor» sobre las causas de su pérdida de apoyo electoral en los últimos cuatro años.

Pero en un momento de su intervención, Aguirre ha admitido «conservar aún la ilusión de que PP y Ciudadanos acabemos unidos, porque tenemos la misma raíz, liberal y conservadora», además de que el PP «tiene que recuperar a todas las personalidades que estaban en el partido y se fueron», citando por ejemplo a María San Gil, Ortega Lara y «muchos otros».

«A la larga, aquellos que creemos fundamentalmente en los principios de libertad, propiedad, vida, estado de derecho, imperio de la ley, esfuerzo y mérito, acabaremos estando juntos en un solo partido», ha insistido la dirigente popular.

Y es que, a su juicio, la «ideología liberal-conservadora es mayoritaria entre españoles», como se ha evidenciado en el resultado del centroderecha en los últimos comicios generales, donde «los votos de PP y C's juntos han superado en 200.000 votos los más de 11 millones que logró el PP en 2011».

Además, ha elogiado al líder de C's, Albert Rivera, quien siempre tendrá su «admiración por lo que hizo en Cataluña cuando era muy difícil defender a España y una nación de ciudadanos libres e iguales en el Parlament», mérito que también ha extendido a dirigentes del PPC como Xavier García Albiol, Alejo Vidal-Quadras -muy reivindicado desde el público- o Alberto Fernández Díaz, líder del PP en Barcelona y único alto dirigente presente en el acto.

Pero en cualquier caso, Aguirre se ha mostrado crítica con la caída electoral del PP y ha lamentado que el partido no tomara hace años una serie de medidas para frenar ese descenso, sobre todo ante «las tesis de asesores del partido, como Pedro Arriola, de que Podemos eran solo unos friquis y no harían daño al PP».

«Puede que algunos, desde las filas del PP, después de la investidura de Rajoy tengan la impresión de que ya se ha resuelto una crisis de pérdida de votos. Creo que los que piensan eso confunden realidad con el deseo y se equivocan gravemente. Una cosa es haber conseguido ser la fuerza más votada y otra tener la mayoría suficiente pera llevar a cabo la tarea de Gobierno», ha señalado.

Deseando a Rajoy «toda la suerte del mundo», ha confiado en que el presidente «sepa hacer de la debilidad virtud y sea capaz de concitar el consenso de las fuerzas constitucionalistas. Estoy convencida de que Rajoy sabrá transformar la crisis en oportunidad».

Aguirre ha descartado que vaya a ser una legislatura corta, ya que está «convencida» de que Rajoy «tiene claro que necesita obtener el apoyo de otros grupos y en su talante está más la negociación y el 'seny' que no la mayoría absoluta que tuvo».

Además, ha apostado por ofrecer un «relato ilusionante» a los ciudadanos de «qué somos y qué lugar queremos que ocupe España en la historia y en el mundo».

Pero también abordar las causas de ese descenso electoral, entre ellos sobre todo la corrupción en el partido, pero también dar un vuelco a la «desastrosa» comunicación política del PP o plantear cambios en la ley electoral para que «sean los ciudadanos quienes controlen a los políticos y limitar el poder de las cúpulas» y así lograr que «los mejores» puedan dedicarse a la política.

Sobre si ella querría formar parte del nuevo Gobierno, ha admitido en declaraciones posteriores que es «prácticamente imposible», ya que ha dicho que Rajoy la quiere como jefa de la oposición en el Ayuntamiento de Madrid y no cree que «tenga pensado cambiarme».