El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, durante la rueda de prensa que ha ofrecido este lunes. | @PSOE

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El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha anunciado este lunes que intentará un gobierno alternativo con «todas las fuerzas» para evitar terceras elecciones, tras reafirmarse en que mantendrá su rechazo a Mariano Rajoy porque los socialistas «no pueden tener una posición subalterna» al PP.

Sánchez ha confirmado su intención de intentar la investidura en la rueda de prensa ofrecida al término de la reunión de la Comisión Permanente de la Ejecutiva Federal, en la que ha comunicado que quiere que el congreso del PSOE se celebre a comienzos de diciembre.

«No hay más opciones. O se apoya a Rajoy o terceras elecciones o gobierno alternativo de cambio», ha asegurado el secretario general del PSOE.

El secretario general ha apostado por un gobierno «transversal de amplia base parlamentaria, que necesariamente tendría que contar con los apoyos de Podemos y Ciudadanos», con los que el PSOE sumaría 188 escaños.

Sobre si estaría dispuesto o no a apoyarse en los partidos independentistas, Sánchez no lo ha aclarado, si bien ha subrayado que a la hora de gobernar, hay que incluir «la variable de las fuerzas catalanas».

«Es importante hacer pedagogía porque hay que hacer política, hablar de políticas y hay que hacer números. Y números, porque así lo han querido los españoles, también los catalanes en los que les toca, y es que en parte de la gobernación también tiene que ser incluida la variable de las fuerzas catalanas», ha explicado.

Sánchez ha recordado que Rajoy critica que se negocie con los independentistas cuando el PP lo hizo para la votación de la presidencia y de los puestos de la Mesa del Congreso.

Ha emplazado a Rajoy a decir, en el caso de que fuera reelegido, si contaría con los partidos nacionalistas para aprobar los Presupuestos Generales del Estado del próximo año, lo que Sánchez ha dado por hecho.

Tras insistir en que su reflexión no supone que vaya a negociar con los independentistas -«no digo eso», ha puntualizado-, ha remarcado que su postura es «clara» y que su objetivo es entenderse con Podemos y Ciudadanos a pesar de sus vetos recíprocos.

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Sánchez ha reiterado que mantendrá hasta el final su rechazo a la reelección de Rajoy porque «jamás un no como el del PSOE a Rajoy está más justificado y tiene tanto sentido».

«Hablamos de una decisión trascendental para el PSOE. Si nos abstenemos, el PSOE se posicionará en una situación subalterna respecto al PP y no quiero eso para el PSOE y para la izquierda de mi país. Por eso defiendo que tenemos que intentar liderar una alternativa de gobierno de cambio con todas las fuerzas», ha argumentado.

A pesar de que la convocatoria de un congreso del PSOE, que vendría precedido de las primarias el 23 de octubre, Sánchez ha subrayado que hay margen suficiente para que pueda haber una investidura «in extremis» de un gobierno de cambio o para abstenerse ante Rajoy, como, a su juicio, defienden «significativos dirigentes territoriales» de su partido, de quienes no ha citado nombres.

En su opinión, el PSOE tiene que ser «coherente» y «cumplir con su palabra» y tratar de evitar las urnas.

«Esa alternativa puede no cuajar, no depende solo del PSOE, pero los 85 diputados los vamos a poner al servicio del cambio. Hay que intentarlo y lo vamos a intentar», ha abundado.

Sánchez ha comunicado que va a seguir hablando con todos los partidos, como ya anunció el pasado día 5, aunque no ha concretado qué tipo de diálogo pretende entablar y si llamará en estos días al líder de Podemos, Pablo Iglesias, y de C's, Albert Rivera.

Sí ha precisado que hasta que no ganase las primarias del día 23 y revalidara el cargo de secretario general, lo que tendría lugar una semana antes de que expirara el plazo para evitar de nuevo las urnas, «no podría cerrar ningún acuerdo» de investidura.

Como ha venido haciendo en los últimos días, Sánchez ha reclamado a Podemos y C's hacer lo «indecible» para poner en marcha el gobierno de cambio.

El líder socialista ha acusado a Rajoy de haber renunciado a intentar de nuevo la investidura, de limitarse a responsabilizar al PSOE del bloqueo y de estar «construyendo su guía de campaña para las terceras elecciones».

Le ha considerado una persona incapaz de hacer frente a las «cuatro crisis» que hay en España: la política, la territorial, la social y la económica.