El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy (d), y el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez (i), a su llegada a la reunión que han mantenido. | Mariscal

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El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha reiterado este martes al presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, que los socialistas votarán no si se presenta a la investidura y le ha exigido que negocie los apoyos que necesita con «las derechas».

«La izquierda no va a apoyar a las derechas», ha sentenciado Sánchez en la rueda de prensa posterior a su encuentro con Rajoy en el Congreso, que se ha prolongado durante casi una hora.

Sánchez ha rechazado abrir una mesa de negociación para encontrar puntos de acuerdo y también la oferta de Rajoy de entablar una coalición de gobierno entre PP y PSOE.

Según Sánchez, los socialistas «no van a estar en ninguna gran coalición» porque son «la alternativa al PP». «En consecuencia, no vamos a apoyar aquello que queremos cambiar», ha garantizado y ha negado que la perseverancia en el no a Rajoy suponga ir a terceras elecciones.

El secretario general ha mostrado su disposición a volver a reunirse con Rajoy en los próximos días, pero ha insistido en que «con quien tiene que negociar no es con el PSOE, sino con las derechas», en alusión a Ciudadanos, PNV y Convergencia.

De no lograr formar gobierno, ha advertido Sánchez, la responsabilidad no será de los socialistas, sino de Rajoy, al que ha recordado que hay una mayoría conservadora en la Cámara, pero también otra que quiere cambiar las políticas del PP.

«Si las derechas dicen no, ¿por qué la izquierda va a apoyar a la derecha?», se ha preguntado Sánchez, a quien Rajoy no ha entregado ningún documento programático ante su negativa a negociar la investidura.

En su segunda reunión con Rajoy tras el 26J, el líder del PSOE ha confesado que ha salido «más preocupado» al no concretarle si se va a someter a la investidura en caso de no tener los apoyos necesarios.

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También ha lamentado que el PP no haya sumado ni un apoyo a sus 137 diputados, cuando ya ha transcurrido más de un mes desde las elecciones.

«Entiendo que los tiempos de Rajoy son tiempos mucho más lentos que para la mayoría de españoles», ha ironizado Sánchez, quien, no obstante, le ha apremiado a «ponerse a trabajar ya» y a empezar a negociar con sus «aliados potenciales».

El secretario general le ha emplazado además a «despejar las dudas y la ambigüedad» y confirmar que asumirá su «obligación» constitucional de acudir a la investidura «en el menor tiempo posible», al convenir que es preciso que haya gobierno cuanto antes.

En opinión de Sánchez, es «urgente» resolver el problema de Cataluña, reconstruir el estado del bienestar y regenerar la vida democrática, además de derogar la reforma laboral, a pesar de felicitarse por los buenos datos del paro.

Aunque ha eludido de nuevo descartar si podría intentar conformar una mayoría alternativa si Rajoy fracasa, el secretario general del PSOE ha remarcado que el mandato que le han dado los españoles en la nueva legislatura es hacer oposición.

Tras resaltar que su partido ya ha presentado más de una treintena de iniciativas, Sánchez se ha comprometido a liderar una oposición «útil y responsable», pero también «dura», con el fin de recuperar derechos perdidos, consensuar un pacto educativo y promover una reforma de la Constitución.

Preguntado si el PSOE podría plantearse un cambio de opinión sobre la negativa a Rajoy si Ciudadanos al final pasase de la abstención al sí, Sánchez ha subrayado que tendría que acordarlo el Comité Federal «en última instancia», porque las decisiones del partido se adoptan de forma «colegiada».

El secretario general ha advertido de este modo de que el giro no sería una responsabilidad exclusivamente suya y de su dirección, sino también de los barones territoriales.