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A menos de una semana para que se confirme si hay o no nuevas elecciones el 26 de junio, Podemos ya ha movido ficha y acepta que irá a las urnas junto a Izquierda Unida. Una coalición que, en teoría, podría sumar seis millones de votos, los cinco de Podemos y el millón de IU, por encima incluso del PSOE.

Ante el escenario cada vez más probable de una repetición electoral, Podemos espera que el acuerdo IU pueda concretarse en los próximos días, aunque todavía queda por fijar las condiciones del acuerdo.

Se trata de cerrar ahora la fórmula jurídica de esa colaboración, si concurren juntos como coalición electoral o como partido instrumental, los puestos que ocuparán el portavoz de IU, Alberto Garzón, y otros miembros de IU en las listas, y el nombre con el que se presentarán a las elecciones, según han confirmado a Efe diversas fuentes de Podemos.

Izquierda Unida ve «irrenunciable» concurrir bajo el paraguas de «coalición electoral», fórmula que les reconocería jurídicamente como partido y les permitiría acceder a las subvenciones electorales y a los espacios en los medios públicos en campaña.

Las listas pueden ser un escollo más espinoso en Podemos, y el acuerdo puede depender de la fuerza que tenga Garzón para conseguir ocupar el número tres en la candidatura en Madrid, lo que obligaría a desplazar a Íñigo Errejón, que fue quien ocupó ese puesto en los comicios del pasado 20 de diciembre.

Otra cuestión en liza para cerrar el acuerdo sería el nombre con el que esa coalición concurriría a las elecciones. En Podemos, afirman las fuentes consultadas, no son partidarios de que aparezcan las siglas de IU y se buscan otras opciones.

Una de ellas, Podemos-Unidad Popular, sería «asumible» para IU, puesto que ya concurrió el 20D como IU-UP, pero no todos en la formación morada lo comparten.

Referendum

No obstante, el acuerdo que se alcance tendría que ser refrendado tanto por las bases de Podemos como las de IU, que también tiene que vencer las resistencias que hay en su propia formación.

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Cuenta con el apoyo explícito de Pablo Iglesias, que esta misma mañana ha reconocido ser partidario de encontrar pronto un acuerdo con Garzón y ha pedido a su partido y al portavoz de IU que estén «a la altura».

En teoría, el principal perjudicado por este acuerdo de unidad de la izquierda sería el PSOE, que ya ha manifestado que no tiene «ningún temor» de que pueda darse el «sorpasso».

La dirección socialista tiene plena convicción de que el PSOE va a seguir siendo la principal fuerza de la izquierda si hay nuevas elecciones generales.

Fuentes de Ferraz sostienen que la postura mantenida por la formación de Pablo Iglesias durante el proceso de negociación le va a hacer perder votos, por lo que tienen la seguridad de que los socialistas seguirán siendo la referencia en la izquierda.

Además, según el PSOE, los votos conjuntos de Podemos e IU el 20 de diciembre no son extrapolables a unos nuevos comicios.

Pese a que Podemos se prepara para las elecciones, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha insistido en que un acuerdo de gobierno de última hora depende de Pablo Iglesias más que de su formación, por lo que le ha vuelto a pedir «humildad, generosidad y un último esfuerzo» para desbloquear la situación.

«Todo depende de una persona, no de un partido, porque estoy convencido de que Podemos y sus votantes, sobre todo, lo que quieren es un gobierno de cambio y progresista, liderado y presidido por un presidente socialista», ha remarcado.

Una hipotética investidura que podría ser facilitada por los nacionalistas de DiL. Su portavoz en el Congreso, Francesc Homs, ha revelado hoy que el PSOE y Podemos siguen tanteando su abstención de cara a esa investidura, algo negado por el PSOE.

Mientras, desde Ciudadanos, José Manuel Villegas ha reconocido que están perdiendo «la esperanza» en que el PP haga ese último esfuerzo que evite las elecciones.

Un mensaje que ha recogido la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que ha asegurado que en esta última semana antes de la última ronda de consultas del Rey se va a poner de manifiesto la voluntad de cada cual para llegar realmente a un acuerdo que impida la disolución de las Cortes y la repetición de los comicios en junio.