El presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker (i), y el vicepresidente de la CE, Frans Timmermans, llegan a una reunión del colegio de comisarios de la Comisión Europea celebrada este miércoles 6 de abril de 2016, en Bruselas, Bélgica. | Efe

TW
5

Los Veintiocho respaldaron este miércoles la propuesta de la Comisión Europea (CE) para crear un cuerpo europeo de guardias fronterizos, pero rechazaron que sea el Ejecutivo comunitario quien tome la decisión del despliegue de agentes en un país.

Los embajadores comunitarios reunidos en el Comité de Representantes Permanentes de los Estados miembros de la Unión Europea (Coreper) aprobaron la posición negociadora del Consejo de la UE con vistas a iniciar lo ante posible los contactos con el Parlamento Europeo (PE) y lograr un acuerdo antes de finales de junio, informaron fuentes comunitarias.

La CE había presentado la propuesta el pasado diciembre en pleno apogeo de la crisis migratoria y tras los atentados del 13-N en París como medida para acabar con las deficiencias graves detectadas en los controles de las fronteras exteriores, que en el caso del flujo de refugiados apuntaban en concreto a Grecia.

El elemento más controvertido de la propuesta de reglamento de la CE, y también el que menos posibilidades tenía de salir adelante en su tramitación en el Consejo de la UE, tenía que ver con que Bruselas se reservara el derecho de decidir el envío de guardias europeos a las fronteras exteriores mal protegidas aunque el país afectado no lo solicite.

Los Estados miembros, tradicionalmente contrarios a ceder competencias que recaen dentro del ámbito nacional, han actuado como se esperaba, al inclinarse por que la decisión del envío de guardias la tome el Consejo por mayoría cualificada sobre la base de una propuesta del Ejecutivo comunitario.

Esto en la práctica neutraliza el espíritu de la propuesta de la CE, que buscaba poder intervenir directamente para acabar con situaciones como la ocasionada por Grecia, cuyo gobierno se mostraba reticente a solicitar la intervención europea en sus costas, pero tampoco lograba poner bajo control la situación por sí solo.