Fernández ha intervenido en el turno de Podemos, después de Pablo Iglesias y de Xavier Doménech, con quienes se ha repartido el tiempo, para defender la postura de En Marea, en un discurso breve en el que ha expresado el agotamiento de los cientos de miles de gallegos «cansados de esperar que las instituciones se pongan al servicio de la gente».
Según su criterio, lo único que ha hecho Sánchez «es dar vueltas para acabar sentado en las mismas burbujas que sostienen el régimen del 78».
Fernández ha dicho no al continuismo y ha hablado de la burbuja del bipartidismo, que nunca se correspondió con la pluralidad existente de las distintas naciones del Estado, así como de las burbujas de la corrupción, del Estado de las autonomías y del sueño europeo, convertido en «pesadilla de los pueblos».
Y, finalmente, ha rechazado la «burbuja del micropacto» que está «a punto de estallar» entre un partido socialdemócrata «que no ejerce como tal» y un partido neoliberal.
Fernández ha reclamado compromisos «firmes» para Galicia, un tierra en la que se conjugan dos particularidades: «ser nación con una cultura y una lengua propias» y ser periférica.
Ha subrayado que los sectores productivos gallegos no son estratégicos para el Estado, pero «sí vitales» para Galicia, y ha incidido en que autogobierno y bienestar son «dos caras de la misma moneda».
La diputada de En Marea ha pedido al candidato a la investidura, Pedro Sánchez, que, en lugar de por «burbujas» y «espejismos», apueste por la socialdemocracia y la profundización democrática como punto de partidas.
La socialdemocracia, ha precisado, para poner las primeras piedras de un gobierno para la gente, y la democracia para tratar a las distintas naciones del Estado como mayores de edad y capaces de tomar sus propias decisiones.
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