El primer ministro británico, David Cameron (i), y el presidente del gobierno español en funciones, Mariano Rajoy (d), conversan al inicio de la cumbre de líderes de la Unión Europea (UE) en Bruselas, Bélgica, hoy, 18 de febrero de 2016. | OLIVIER HOSLET

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El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, no cree que el líder del PSOE, Pedro Sánchez, vaya a tener éxito en su investidura y ya vislumbra en el horizonte nuevas elecciones generales para el 26 de junio.

Aunque no era una declaración oficial, los micrófonos le han jugado una mala pasada a Rajoy mientras mantenía una conversación informal con el primer ministro británico, David Cameron, en la cumbre europea de Bruselas.

«Yo creo que no va a salir», ha reconocido Rajoy a Cameron al referirse a la investidura de Sánchez antes de añadir: «Lo más probable es que haya elecciones el 26 de junio».

Esa es la fecha en la que deberían celebrarse los comicios si nadie consigue superar una sesión de investidura dos meses después de la primera votación a la que se va a someter el secretario general del PSOE.

Antes de que hablara Rajoy, Pedro Sánchez también ha estado este jueves en Bruselas, donde ha recibido dos ofertas, aunque totalmente incompatibles.

Mientras Podemos e Izquierda Unida le siguen apremiando para que se siente a negociar un gobierno «de cambio», el PP se ha mostrado dispuesto a ofrecer al líder del PSOE y al de Ciudadanos, Albert Rivera, una vicepresidencia en un ejecutivo de gran coalición.

El PP ha insistido en su proyecto de gran coalición con el PSOE y Ciudadanos, aunque dando un paso más, ya que el dirigente Javier Maroto ha asegurado que el partido estaría dispuesto a dar a Sánchez esa vicepresidencia.

Descarta eso si, abstenerse en la investidura del secretario general del PSOE.

En el otro extremo, el portavoz de IU, Alberto Garzón, ha ofrecido por carta al candidato del PSOE una reunión «a cuatro» en la que estén también Pablo Iglesias, de Podemos, y Joan Baldoví, de Compromís con el objetivo de buscar una alternativa de izquierdas al gobierno del PP.

El líder del PSOE no ha respondido directamente a la oferta de Garzón, y un día más ha agradecido a los partidos con los que está negociando, entre los que no incluye a Podemos, su voluntad para llegar a acuerdos, al tiempo que se ha mostrado «razonablemente optimista» de aunar los apoyos necesarios para su investidura.

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Pese a ello, ha insistido en que Pablo Iglesias tiene «la puerta abierta» para sentarse a hablar con los socialistas y «tratar de llegar a un acuerdo progresista y reformista».

«Estamos entrando en la semana decisiva y espero que en pocos días podamos articular una mayoría parlamentaria suficiente como para ir a la investidura con garantías de poder formar gobierno, que es lo que quieren y merecen los españoles», ha remarcado.

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha recogido el guante de Alberto Garzón y ha aceptado una reunión a cuatro de «los equipos negociadores» de PSOE, Podemos, Compromís e IU, aunque ha señalado que dicho encuentro debe ser para negociar el gobierno.

Iglesias, que ha vuelto a pedir al líder socialista que se reúna personalmente con él, cree que la propuesta de Garzón es «sensata» y ve «muy razonable» que IU fuera uno de los partidos que asumiera una cartera ministerial.

Garzón, por su parte, cree legítimo que cada partido vaya a esa reunión con sus prioridades, pero ha insistido en que en su caso no se trata tanto de hablar de la conformación de un gobierno como de lograr un cambio en el país.

El portavoz de IU, en cualquier caso, ha vuelto a ofrecerse para evitar que la «hostilidad» entre Sánchez e Iglesias impida que haya una alternativa al PP.

Y mientras Iglesias y Garzón apremiaban en el Congreso a Pedro Sánchez para que negocie con ellos y con Compromís, en la sede del PP el vicesecretario de Sectorial del partido, Javier Maroto, lanzaba una sugerencia al líder socialista para atraerle hacia la gran coalición PP-PSOE-Ciudadanos que sigue defendiendo Mariano Rajoy.

Maroto ha asegurado que su partido estaría dispuesto a dar una vicepresidencia del Gobierno al PSOE o a Ciudadanos dentro de la gran coalición que propone formar con ambos partidos.

El dirigente popular ha ironizado sobre el hecho de que a Sánchez le moleste que «se le ofrezcan vicepresidencias con nombres y apellidos y funciones», en alusión a Pablo Iglesias, para acto seguido asegurar que al PP no le preocuparía «en absoluto» ceder ese cargo.

Ha apuntado así que los 'populares no tendrían «ningún problema» si el PSOE o Ciudadanos quieren una vicepresidencia del Gobierno porque considera «razonable compartir en coalición» el programa que se quiere gestionar.