El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, durante la primera reunión del Consell Executiu tras el acto de toma de posesión del nuevo gobierno catalán. | Andreu Dalmau

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El presidente catalán, Carles Puigdemont, afirmó que existe una mayoría para «iniciar» el proceso soberanista pero no para una declaración de independencia, al tiempo que flexibilizó el plazo máximo de 18 meses de la actual legislatura, que contempla alargar si es necesario.

En una entrevista en TV3, el nuevo presidente recalcó que el plazo máximo de 18 meses que prevé la hoja de ruta independentista de Junts pel Sí debería empezar ayer, a partir de la constitución del Govern, y avisó de que podría variar en función de cómo evolucione el proceso soberanista.

«Si para hacer las cosas bien hechas llegamos al mes 18 y nos falta un trozo aún para hacerlo bien, no interrumpiré esta etapa», afirmó Puigdemont, que incidió en todo caso que la intención es hacerlo 18 meses y «si puede ser un poco antes, mejor».

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Preguntado por si en este año y medio habrá una declaración unilateral de independencia, el exalcalde de Girona afirmó que «no está previsto».

En este sentido, dijo que el 47,8 % de votos independentistas en las elecciones del 27-S permite «iniciar» el proceso y conducirlo hasta las elecciones constituyentes y el referendo para ratificar la futura constitución catalana, como se estipula en la hoja de ruta de JxSí.

El objetivo, dijo, es implicar a más ciudadanos en el proceso soberanista de manera que «gente que habría votado ‘no’ -a la independencia- vote ‘sí’ a una constitución -catalana- en la que se puede identificar más que en la española», de manera que «un ‘sí’ a la constitución sería un ‘sí’ a la república catalana».

En todo caso, Puigdemont prometió que su Govern dará los pasos «con seguridad jurídica y con toda la legalidad posible». El presidente catalán afirmó que ni el Rey ni otros presidentes autonómicos le llamaron para felicitarle por su nuevo cargo, como tampoco lo hizo el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy. «Dice muy poco a favor de su liderazgo político», añadió en alusión de Rajoy. Señaló que no tiene «ningún interés en que se rompan los puentes» con el Estado.