El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, durante su intervención en un acto electoral en Bilbao junto a los candidatos de su partido por las circunscripciones vascas. | Efe

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El candidato de Ciudadanos (C's) a la Moncloa, Albert Rivera, se ha mostrado este viernes abierto a abstenerse para permitir que el ganador de las elecciones generales del 20D pueda empezar el mandato, y ha avanzado que se opondría a una suma de fuerzas que incluyese a Podemos y que contemplase «romper España».

En un almuerzo-coloquio en Barcelona, Rivera ha garantizado que, si C's no es la fuerza más votada el próximo domingo, ejercerá una «oposición responsable».

No ofrecerá su voto a favor para investir a Mariano Rajoy o a Pedro Sánchez y no firmará un «acuerdo de legislatura» con un hipotético gobierno del PP o del PSOE.

Si no gana, C's estará en la oposición y se abrirá a «dialogar, ley por ley» con el Gobierno, pero ha dado a entender que estaría dispuesto a abstenerse para facilitar la investidura de la fuerza vencedora: «Me parece correcto dejar empezar la legislatura».

Ciudadanos evitaría así que se diera en España una situación análoga a la que se está produciendo en Catalunya, donde más de dos meses después de las elecciones del 27S el Govern sigue en funciones porque la fuerza ganadora, Junts pel Sí (JxS), no consigue el apoyo de la CUP -como mínimo dos votos a favor y ocho abstenciones- para que Artur Mas pueda ser investido presidente de la Generalitat.

La decisión de «dejar que comience la legislatura» con una abstención no iría ligada, ha remarcado Rivera, a una lista de «condiciones», porque C's «no formaría parte» del Gobierno y por lo tanto no consideraría adecuado imponer sus planteamientos.

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Más tajante aún se ha mostrado al referirse a la hipótesis de una posible coalición de «tres, cuatro o cinco partidos» que incluyese a Podemos y cuyo proyecto contemplase «romper España» y pusiera en peligro la «economía de mercado», la «sociedad del bienestar» y la pertenencia a la Unión Europea: en tal caso C's votaría «en contra».

Rivera ha definido a C's como el «antídoto frente al inmovilismo, la decadencia de la política y el bipartidismo que se descompone», pero también frente al «populismo» de aquellos partidos que se proponen «cargárselo todo».

Pese a que los sondeos de los últimos días detectan una tendencia a la baja de C's, que podría situarse en cuarto lugar por detrás de PP, PSOE y Podemos, Rivera se ha mostrado convencido de que si se llega a un 80 % de participación puede ganar su partido, lo que representaría «la única garantía de estabilidad» en España.

Presentado por la presidenta del grupo parlamentario de C's, Inés Arrimadas, de quien ha pronosticado que será «una de las mujeres más importantes en la historia política de España», Rivera ha abogado por «gobernar España desde el centro y no desde los extremos».

Eso significa, ha dicho, apostar por un «cambio sensato» y no una «aventura», para que «España cambie a mejor, no a peor».

«España no va tan bien como dice Rajoy pero tampoco tiene que ir a peor», ha advertido el presidente de C's, que se ha comprometido a «impedir», en la medida de sus posibilidades, que se forme un gobierno similar al de Syriza.

Por otra parte, ha asegurado que si es presidente promoverá un «gran pacto nacional de educación": en los «tres primeros meses de legislatura» piensa sentar a todos los actores en una mesa para lograr que «España tenga un modelo para una generación, no para un cuarto de hora».