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En octubre arranca el nuevo modelo de facturación horaria para todos los clientes acogidos al precio voluntario al pequeño consumidor que dispongan de contador inteligente integrado y con el que, por ejemplo, poner la lavadora de madrugada o en fin de semana podría resultar más barato que a mediodía.

Con este nuevo sistema, los usuarios pagarán la electricidad al precio que cotiza en el momento de consumirla, un precio que cambia cada hora en función de diversos factores. Esto significa, por ejemplo, que poner una lavadora un sábado a las cuatro de la mañana sea más barato que un martes a la una de la tarde.

Actualmente hay unos quince millones de consumidores acogidos al precio voluntario al pequeño consumidor (pvpc), la única tarifa regulada por el Gobierno, aunque no todos ellos dispondrán de la facturación horaria a partir de octubre.

Para que la facturación horaria sea posible, el usuario tiene que disponer de un contador inteligente efectivamente integrado, un aspecto que especifica la factura o del que puede informarse consultando a su distribuidora.

Según datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), a finales de 2014 el 43 % de los clientes domésticos con una potencia contratada inferior a los 15 kilovatios (kW) contaba con contador inteligente, pero solo el 36 % del total de equipos estaban integrados, es decir, que permiten este tipo de facturación.

Así, la facturación horaria afectará desde octubre -reflejando los datos de consumo de septiembre- a los usuarios acogidos al pvpc con contador inteligente integrado y, progresivamente, se irá extendiendo al resto de consumidores a medida que se les instalen los equipos, un plan que deberá culminarse a finales de 2018.

Mientras tanto, a los clientes acogidos al pvpc, pero que no tengan este tipo de contadores, se les aplicará un precio calculado a través de las medias de todos los usuarios.

Para gestionar su consumo, los usuarios pueden consultar los precios de la electricidad para cada hora del día siguiente en www.ree.es.

Las compañías han puesto al servicio de sus clientes diversas iniciativas informativas, como páginas web y aplicaciones móviles.

Los precios varían en función de muchos factores, como la demanda global o la meteorología -que influye en la producción renovable-. Normalmente, la electricidad es más barata cuando hay poco consumo -de madrugada y los festivos- o cuando se registra viento y lluvia.

En cualquier caso, dado que la mayor parte del recibo se corresponde con los costes fijos de la factura, los ahorros que se pueden obtener al mover el consumo de unas horas a otras son relativamente pequeños.

Así, una gestión activa de la demanda podría suponer un ahorro máximo de unos cinco euros mensuales, según algunas fuentes, o de entre el 5 % y el 10 % de la factura, de acuerdo a otras.

Los consumidores no acogidos al pvpc, es decir, con contratos en el mercado libre, no se verán afectados por este cambio normativo.

Estos clientes del mercado libre podrán solicitar, si lo desean, su acceso al pvpc con cualquier comercializadora de referencia, siempre que su potencia contratada sea inferior a 10 kilovatios (kW).