El presidente de la Generalitat y de CiU, Artur Mas, durante la reunión de la Comisión Ejecutiva Nacional de la federación nacionalista. | Alberto Est

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El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha confirmado este lunes ante la dirección de CDC que mantiene su intención de convocar elecciones anticipadas el 27 de septiembre a pesar de no haber conseguido el objetivo de mantener el Ayuntamiento de Barcelona, en el que se impuso la lista de Ada Colau.

La ejecutiva de CiU, con el president Artur Mas y el líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, se ha reunido durante hora y media, este lunes, para analizar las municipales y encarar las catalanas del 27S.

Mas ha evitado hacer comentarios a los periodistas que le preguntaban sobre las elecciones del 27 de septiembre: «Ya hablaremos», ha dicho antes de empezar la reunión, aunque a la salida tampoco ha querido hacer declaraciones.

Lluís Maria Corominas (CDC) y Ramon Espadaler UDC) también han evitado hacer un debate sobre las elecciones catalanas anticipadas al 27 de septiembre, de las que han dicho que ya hablarían en otro momento, y se han centrado de momento en valorar únicamente las resultados de los comicios municipales de ayer.

No obstante, fuentes nacionalistas han asegurado que Mas ha ratificado ante la dirección de Convergència su apuesta de avanzar los comicios catalanes al 27 de septiembre, al no ver motivos para romper su compromiso.

Por su parte, el líder de ERC, Oriol Junqueras, se ha mostrado convencido de que se mantendrá la cita del 27S y ha recalcado que el soberanismo catalán ha salido reforzado en su conjunto de los comicios municipales.

Para Junqueras, «el proceso está más vivo que nunca, pero es plural, y es precisamente lo que lo hace tan fuerte», mientras que la 'numero 2' de ERC, Marta Rovira, ha recalcado que los catalanes «han hablado alto y claro» en favor del proceso soberanista, si bien también lo han hecho para pedir cambios en las políticas sociales.

Mientras, la ganadora de las municipales en Barcelona, Ada Colau, está dispuesta a gobernar en minoría con los 11 concejales que ha obtenido Barcelona en Comú o con pactos con las fuerzas de izquierda del consistorio (ERC, PSC y CUP).

Las elecciones del 24M han dado la victoria en la capital catalana a Barcelona en Comú, la plataforma que incluye Podemos, ICV, Procés Constituent y Equo y que lidera Colau, pero con sólo 11 concejales, lejos de los 21 que dan la mayoría, y, además, con un consejo municipal fragmentado en siete grupos, cuyos líderes han dedicado el día a reflexionar sobre la nueva situación.

Colau ha anunciado que tiene previsto iniciar conversaciones de «forma activa» con ERC, PSC y CUP para alcanzar acuerdos, así como con la Federación de Asociaciones de Vecinos (FAVB), Asamblea Nacional Catalana (ANC), Pimec, sindicatos y otros agentes sociales y económicos.

En esta ronda de contactos, ha precisado, incluirá su compromiso «firme» con el derecho a decidir de los catalanes.

En rueda de prensa, Ada Colau ha acusado al alcalde en funciones de Barcelona, Xavier Trias (CiU), de estar cerrando contratos con grandes empresas multinacionales y le ha pedido que deje de hacerlo porque está «comprometiendo» el presupuesto del ayuntamiento.

Desde el PSC, su líder, Miquel Iceta, ha remarcado por su lado la desaparición de CiU en muchos municipios del área metropolitana de Barcelona, frente a un PSC que se «recupera», y ha sugerido a Mas, en relación al 27S, que «tropezar dos veces con el mismo error es humano, pero no aconsejable».

Iceta ha evitado una lectura en clave soberanista, ya que ha recordado que él avisó a los partidos soberanistas que «se equivocaban» si planteaban los comicios con esa lectura, por lo que no ha querido sacar conclusiones en esta línea.

El coordinador nacional de ICV, Joan Herrera, ha dicho que la apuesta de los ecosocialistas de confluir con otras formaciones ha dado «buenos resultados», como ha puesto de manifiesto la victoria de Barcelona en Comú, o los buenos resultados en Terrassa y Castelldefels, en Barcelona.

Por parte del PP catalán, su vicesecretaria de organización, Dolors Montserrat, ha achacado los «malos» resultados de su partido en las municipales a un «voto de castigo» por las «medidas impopulares» del Gobierno ante la crisis y a la corrupción política, así como a que los ciudadanos no han votado en clave municipal.

Por su parte, el presidente de Ciutadans (C's), Albert Rivera, ha señalado que su partido será «clave», tanto para desactivar lo que ha calificado como «el desafío separatista del presidente de la Generalitat, Artur Mas», como para cambiar España y garantizar su «unión» y «modernización».