La candidata a alcaldesa de Madrid por el PP, Esperanza Aguirre, consciente de que su partido «no está ni mucho menos en su mejor momento». | Efe

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La presidenta del PP de Madrid y candidata a la Alcaldía de Madrid, Esperanza Aguirre, ve «peligrosa» la irrupción de Podemos en el panorama político español y advierte de que, si esta formación es la más votada en las elecciones, «se acabó la democracia occidental tal y como la conocemos».

«Habrá democracia y habrá votación, pero ya no será libre», asegura en una entrevista con la Agencia Efe, en la que admite que el PP «no está ni mucho menos en su mejor momento», lo que, sumado al auge de Podemos, la ha llevado a volver a la primera fila de la política para intentar ayudar a su partido.

Bajo su punto de vista, la situación de España «es muy difícil» y la califica incluso de «peligro», porque Podemos «no es Syriza», la coalición de izquierdas de Grecia que, aunque «posiblemente» va a dejar la economía del país heleno «en peor posición», al menos «no quiere cambiar el sistema».

«Detrás de Syriza, si lo hacen mal, vendrá otro Gobierno que con más o menos esfuerzo procurará enderezar la economía. Pero Podemos no quiere cambiar el Gobierno: quiere cambiar el sistema», dice, y convertir España en una «democracia bolivariana».

Y reitera que, si gana Podemos, los españoles seguirán votando, pero no volverán a hacerlo «libremente». «No habrá justicia independiente, no habrá medios de comunicación plurales... Todo eso que han anunciado y han hecho en Venezuela, Bolivia y Ecuador», añade, antes de afirmar que el objetivo de la formación de Pablo Iglesias es «perpetuarse en el poder».

Otro de los partidos emergentes, Ciudadanos, no le preocupa «nada», a pesar de que podría restarle votos al PP.

«El voto no es propiedad del PP, es del ciudadano, y votarán a quien les convenza de que lo van a hacer mejor. Lo que quiero es convencer a quienes otras veces nos han convertido en el partido favorito de los madrileños de que sigan votándonos, porque les merecemos confianza», asegura.

Para eso ha regresado a la primera línea política tras haberla abandonado hace dos años y medio, convencida de que en una situación política «deteriorada» y ante la «peligrosa» irrupción de Podemos, puede ayudar a su partido a mantener la confianza ciudadana en el PP.

Con esa idea cree que su partido debe hallar la manera de superar la desafección de los ciudadanos hacia los políticos, y como ejemplo sostiene que hay que garantizar que mantendrán una actitud de «tolerancia cero» con los corruptos.

«Ni media contemplación con la corrupción», repite, recordando que, cuando estalló el caso Gürtel «un viernes», el lunes siguiente ella ya había cesado o pedido a dimisión de todos los implicados que formaban parte de su Gobierno o del grupo parlamentario popular.

Y avisa de que nadie se crea los «cantos de sirena» de Podemos, que «pretende decir que habría menos corrupción con ellos».

«Estamos viendo que los del Gobierno venezolano tienen el dinero en Suiza, que lo tienen en Andorra», recuerda.