Rita Barberá en una imagen de archivo. | MANUEL BRUQUE - EFE

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La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ha asegurado hoy que confía «plenamente en el juicio y las decisiones» que tome su vicealcalde, Alfonso Grau, después de que la Audiencia de Palma haya confirmado que se sentará en el banquillo imputado por el caso Nóos.

Barberá se ha manifestado así a preguntas de los periodistas, tras visitar las remodeladas instalaciones del polideportivo de La Rambleta, al ser preguntada por la situación procesal de Grau.

«Confío plenamente en el juicio del señor Grau y respeto plenamente sus decisiones. En cualquier caso hay que esperar a los veinte días de su escrito de defensa», ha apuntado la alcaldesa, quien ha incidido en que no hace «absolutamente ninguna valoración» sobre los pasos que da la Justicia.

Ha reconocido que ha hablado poco con él y ha comentado que la noticia les llegó cuando estaban celebrando la reciente boda de Grau en una «pequeña recepción después de la mascletá» de ayer.

«Fue un momento triste y desagradable», ha admitido Barberá, quien preguntada por si Grau dimitirá ha reiterado: «Voy a respetar absolutamente su criterio».

Respecto a si la situación de Grau choca con la línea roja implantada por el president de la Generalitat, Alberto Fabra, la alcaldesa ha asegurado que «no hay una línea roja marcada en el partido más allá de los estatutos».

«Creo que va a hacer -Grau- lo que tenía previsto hacer, que es irse unos días de viaje por su boda. Pues que se vaya de viaje y presente el escrito de defensa al que tiene derecho absolutamente y que puede dar un resultado u otro», ha afirmado.

Ha instado a no ir «a una velocidad que no corresponde» y a «respetar los tiempos y los plazos de la justicia» y ha pedido que «se respete el resultado del escrito de la defensa y finalmente, de lo que salga, tomará sus decisiones».

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Preguntada por si Grau se marchará de viaje siendo vicealcalde, ha sido rotunda: «Sí».

Barberá se ha referido también a «lo penoso» de la oposición política que tiene Valencia, en referencia a los portavoces municipales de PSPV, Joan Calabuig; Compromís, Joan Ribó, y EU, Amadeu Sanchis.

«No he visto una oposición política más paupérrima, más penosa y más pequeña», ha afirmado Barberá, que ha recriminado a Calabuig que la quiera implicar «hasta en la muerte de Manolete» y a Ribó que haya pedido al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, decidir si ella debía o no ir en las listas.

A su juicio, «son tan pequeños mentalmente, tan tristemente débiles desde el punto de vista político que solo quieren que les quiten a gente de delante para poder ser algo ellos».

Respecto a Calabuig ha apuntado que se va a quedar con menos de la mitad de concejales que tiene ahora, «o lo que es peor -le ha reprochado-, le sale la vena totalitaria y quieren estar solos» y le ha pedido «que no empiecen a provocar».

Barberá se ha preguntado cómo se atreve a hablar de paro «cuando ellos dejaron más de 5 millones de parados», o de corrupción, «si la tienen a capazos», y ha recordado casos como el de la formación o los ERE, además de pedirles «un poquito de vergüenza torera».

La alcaldesa ha resumido: «Respeto las decisiones que (tome) una persona de gran juicio como Grau», para resaltar que respetará las decisiones que tome el vicealcalde y lamentar «la pequeñez de la oposición que tenemos en Valencia».

Por su lado, el presidente de la Generalitat y del PPCV, Alberto Fabra, ha asegurado que la decisión sobre una posible dimisión de Grau corresponde al Ayuntamiento de la capital valenciana, aunque ha recordado que será «siempre siguiendo la línea de lo que dice el partido».