El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias. | Reuters

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El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha asegurado que este domingo «comienza la esperanza» para el pueblo griego, pues en Grecia «ya se escucha el tic-tac» del cambio, y ha advertido de que, tras una etapa de corrupción y recortes, también ha empezado «la cuenta atrás para Mariano Rajoy».

Ante ocho mil personas que llenaban el Pabellón de la Fuentes de San Luis de Valencia que le han recibido al grito de ¡presidente!, ¡presidente!, Iglesias ha lamentado que las políticas de austeridad hayan servido en Grecia para «aumentar la deuda» y que haya crecido también «en un 1.500 por ciento el número de mujeres obligadas a prostituirse».

«Dicen que en Grecia va a llegar el caos», ha señalado, y ha añadido que a su juicio el caos «ya está en Grecia y no quiero que conviertan mi país en Grecia y para ello les tenemos que ganar», ha añadido.

En el primer acto público que celebra en Valencia, Iglesias ha comentado que «ahora dicen que el problema de la corrupción es Bárcenas, pero no es más que una foto de la forma en como funcionaba este país, que sirve para que gobiernen los que no se presentan a las elecciones, los que compran la soberanía popular, los mafiosos».

Ha resaltado que corrupción «es una suma de indignidades, es que los ricos que no pagan impuestos puedan poner esos billetes de 500 euros en (las manos de) los responsables políticos para ganarse su favor».

Según Iglesias, «quienes ponía los billetes de 500, los que compran la soberanía nacional, son constructores mafiosos que compran al partido del gobierno para que legisle a su favor».

«Esta es la España de los patriotas de pulserita», ha lamentado, y ha defendido que la patria «no es el pin ni la pulsera» sino que son «la gente, poder llevar a los niños a la escuela pública, el derecho a que te atiendan en un hospital, un transporte público decente, y que los responsables públicos den la cara».

Ante las alusiones de que su formación va a propiciar la «ruptura» de España», ha señalado que «romper España es romper el artículo 135 (de la Constitución) con nocturnidad y alevosía», es «practicar la austeridad», obligar a los niños a estudiar en barracones, así como «entregar la Comunitat Valenciana a constructores, mafiosos y corruptos».

Ha manifestado asimismo que se va a atacar «mucho» a Podemos porque «tenemos a la mafia enfrente», pero ha advertido de que su formación «no se va a dejar ganar las elecciones así como así».

A su juicio, los miembros de Podemos quizás no sean los mejores en márketing, ni los que mejor visten, «pero nunca dejaremos de ser de verdad».

El próximo 31 de enero, con la Marcha del Cambio en Madrid, «no vamos a pedir nada al Gobierno, no vamos a protestar, le vamos a decir que vamos a ganar las elecciones y que este país necesita un cambio» al que, ha aseverado, «está invitado todo el mundo».

En el acto ha intervenido también el responsable de la secretaría Política del partido, Íñigo Errejón, quien ha manifestado que vivimos un momento «histórico», en el que las reglas, instituciones, y el acuerdo de convivencia «han sido rotos por los privilegiados», quienes han convertido las instituciones en su «cortijo».

«Dicen que somos antisistema quienes han secuestrado las instituciones y han convertido nuestro país en más desigual», ha señalado Errejón, que ha pedido que se acabe con «el miedo y la infamia».

Ahora bien, ha destacado que las «élites viejas» ya hablan con las palabras de Podemos, y que el próximo paso es «ganarles en las instituciones».

De la Comunidad Valenciana ha dicho que es un ejemplo de un modelo «fallido», y que su formación política va a convertir Valencia en «el símbolo del cambio».