El programa de compra de bonos soberanos anunciado por el presidente del BCE, Mario Draghi, continuaba este viernes haciendo efecto en el ánimo de los inversores, de modo que el IBEX 35 subía un 1,04 % en los primeros compases de la sesión, se situaba en máximos anuales y superaba 10.600 puntos. | EMILIO NARANJO

TW
1

La Bolsa española ha cerrado la semana con una revalorización del 5,40 %, la mayor desde septiembre de 2012, animada por las expectativas que había creado en el mercado el nuevo programa de compra masiva de deuda del Banco Central Europeo (BCE) que finalmente fue aprobado ayer.

De esta manera, la Bolsa española acaba la penúltima semana de enero en los 10.581,50 puntos, después de haber avanzado en la sesión de hoy el 0,67 %.

De las principales plazas europeas, Fráncfort ha terminado la semana con ganancias que alcanzan el 4,74 %, hasta situarse en máximos históricos; Londres, del 4,31 %; y París, del 5,95 %.

Milán ha sido el mercado que más se ha revalorizado en estos siete días, al subir el 6,57 %.

La Bolsa española ya comenzó la semana con la atención puesta en la reunión que iba a celebrar el jueves el BCE, y con la esperanza de que el organismo aprobaría un plan de compra masiva de deuda.

A la espera de dicha cita, y con los inversores animados y descontando la posibilidad de la aprobación de nuevos estímulos, la Bolsa española, sin referencias de Wall Street, que cerró por festivo, se anotó el lunes un alza del 1,18 %, por encima de los 10.000 puntos.

Ganancias a las que también ayudó Telefónica, que según rumores de mercado, negociaba la venta de O2, su filial británica.

El segundo día de la semana, el mercado nacional mantenía la tónica alcista y volvía a ganancias anuales tras subir en la sesión el 1,24 %, aupada por la banca y después de que el Tesoro español captara 14.000 millones en un solo día en una emisión sindicada de un bono a diez años y en otra puja de letras a seis y doce meses, en la que ha rebajó los intereses casi a mínimos.

Al optimismo también contribuía un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) que mejoraba hasta el 2 % las previsiones de crecimiento de España en 2015, año en el que el país, se situará a la cabeza de las grandes economías de la zona euro, según la institución.

Ya a mitad de semana, la Bolsa española sumó su quinta sesión consecutiva de ganancias, y recuperó los 10.300 puntos tras subir el 0,50 %.

Aunque los inversores en un primer momento vieron frenado su optimismo afectados por las palabras de un miembro del consejo de gobierno del BCE, que aconsejó no emocionarse demasiado con la cita del día siguiente, poco antes del cierre se filtraron en varios medios de comunicación, informaciones sobre los detalles del programa del organismo.

En concreto, se difundió que el BCE podría anunciar al día siguiente un plan de compra de deuda soberana de 50.000 millones al mes durante al menos un año.

Un importe que finalmente fue mayor, de 60.000 millones de euros al mes hasta septiembre de 2016, según anunció el propio presidente del BCE, Mario Draghi, el jueves.

Una medida que fue acogida de forma muy positiva por expertos y mercados, y que propició que la Bolsa española avanzara el jueves el 1,70 %, y cerrara por encima de los 10.500 puntos.

Y es que según dijeron los analistas, Draghi volvió a sorprender con esta medida con la que no defraudó al mercado, un hecho que se vio probado en la evolución de la prima de riesgo, que ese mismo día bajó hasta los 96 puntos básicos -mínimos de 2010-, con el rendimiento del bono español a diez años en mínimos histórico.

Ese mismo día, en España también se publicó un dato positivo del desempleo, que en 2014 se redujo en 477.900 personas, hasta alcanzar los 5.457.700.

La euforia que provocó el anuncio del BCE se mantuvo también el viernes, cuando la Bolsa española subió el 0,67 %.

Aunque el principal selectivo español, el IBEX 35, llegó a superar los 10.700 puntos, la apertura en negativo de Wall Street y las dudas que de nuevo generan las elecciones griegas del domingo, pusieron freno al avance del mercado nacional, que no obstante, cerró su mejor semana desde septiembre de 2012.

Como consecuencia de las medidas anunciadas por el BCE, el euro ha terminado la semana en 1,127 dólares.