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El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, ha asegurado este domingo que la banca española es la que menos ajuste ha necesitado en sus balances, por debajo de un 0,2 % de sus activos ponderados por riesgo, por lo que puede afirmarse que es la que «mejor nota ha sacado» de toda Europa.

No obstante, Linde ha querido dejar muy claro que esta contundencia en el diagnóstico se refiere a la revisión hecha por la banca española de sus balances, pero no al resultado conjunto de las pruebas.

Durante la presentación de las pruebas de estrés a las que se han sometido 128 entidades financieras europeas, quince de ellas españolas, ha destacado que todas las españolas muestran solvencia suficiente «incluso en un escenario adverso muy severo».

Ello obedece al fortísimo saneamiento abordado por España de su sistema financiero, al impacto positivo del programa de reestructuración del sector, que implicó una revisión exhaustiva de los balances, y a las reglas impuestas por el Banco de España sobre refinanciación de créditos.

En total, el BCE ha detectado en la prueba de solvencia a la banca un déficit de capital de 25.000 millones de euros en 25 de ellas; las quince entidades españolas cuentan en todos los casos con solvencia por encima de lo exigido -un 5,5 %- en el escenario más adverso.

Por todo ello, «esperábamos que el resultado fuese bueno, como así ha sido».

Con la publicación de los resultados de hoy finaliza un periodo de algo menos de un año de gran trabajo lo que no representa el final «sino el principio» de un nuevo entorno con el funcionamiento del Mecanismo Único de Supervisión.

Este entrará en pleno funcionamiento en una semana, ha dicho Linde, que ha advertido de que el ejercicio llevado a cabo garantiza de cara al futuro que la banca española tiene una buena posición aunque ha huido de triunfalismo y ha añadido «eso no es todo ya que el futuro está por escribir».

«El ejercicio no es una garantía para 20 años. Dice lo que dice en este momento, está muy bien y es tranquilizador», pero «no dice nada del mañana», por lo que hay que seguir trabajando, ha asegurado Linde.

Tras este ejercicio «sin precedentes», cabe resumir dos mensajes esenciales, el primero es que el proceso de reforma y capitalización emprendido hace dos años ha dado sus frutos, y el segundo es que nuestras entidades afrontan el futuro con balances saneados y buena posición de solvencia.