TW
6

La auxiliar de enfermería infectada por el virus del ébola, Teresa Romero, fue a depilarse a una peluquería después de visitar al médico de cabecera con los primeros síntomas de fiebre, según ha afirmado el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Rodríguez.

El consejero ha detallado que en la peluquería le atendieron dos trabajadoras que, como los profesionales sanitarios que han tenido contacto con la paciente, están «bajo control».

Ha explicado que la enferma tenía fiebre desde el día 29 de septiembre pero en su visita al centro de Atención Primaria «ocultó que era una enfermera que había estado trabajando en contacto directo con un paciente contagiado por el ébola».

Rodríguez había expresado con anterioridad sus dudas de que la auxiliar de enfermería contagiada por ébola no hubiera alcanzado los 38,6 grados de fiebre (temperatura prescrita para activar la alerta sanitaria en casos de ébola) en los días previos a su hospitalización. «También es verdad que a raíz de los resultados nos pudo estar mintiendo, pero lo pongo yo de mi cosecha», ha afirmado.

El consejero ha dicho que desde que la enferma dio positivo en la prueba del virus del ébola «se puso en marcha todo un mecanismo para establecer los contactos que tuvo», de los que se han detectado hasta el momento a un total de 22 personas, según señalaron los responsables sanitarios que están atendiendo a la paciente en el hospital Carlos III de Madrid.

De todos ellos, sólo se considera de «alto riesgo» a su marido, ha precisado el consejero, que ha comentado que después de acudir al médico de cabecera la mujer, que estaba vacaciones en Madrid, prácticamente no salió de su casa en la localidad de Leganés.

Noticias relacionadas

«No sabemos si porque sospechaba algo», ha apuntado.

Al preguntarle sobre su actuación durante el tiempo que atendió al segundo español afectado por el ébola, el misionero Manuel García Viejo, la auxiliar de enfermería comentó que accedió dos veces a la habitación de aislamiento «con el equipo de protección individual establecido», según ha indicado el consejero.

En la primera ocasión, el 24 de septiembre, movilizó al paciente y le cambió el pañal y las sábanas, mientras que al día siguiente se dedicó a recoger y eliminar el vómito de los contenedores de recogida de residuos, ha detallado.

Ha añadido que la paciente aseguró en sus primera declaraciones que no hubo «incidencias» en el manejo de estos materiales ni «contacto directo» con los fluidos del enfermo.

Sin embargo, ha proseguido el consejero, «hoy ha reconocido a su médico que probablemente cometió un error porque al desvestirse tuvo un contacto con el guante, que pudo ser la causa del contagio».

«Durante todo este tiempo lo negó siempre, como tampoco informó a su médico de atención primaria cuando fue que había estado tratando a un paciente con ébola», ha subrayado.