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Ayer concluyó la campaña para la elección por parte de casi 200.000 militantes del nuevo secretario general del PSOE, marcada por los esfuerzos de los tres candidatos por despegarse de la etiqueta de ‘aparato’. También los militantes del PSC están convocados a las urnas este domingo para elegir a través de primarias al nuevo primer secretario del partido, al que aspira un único candidato, el diputado en el Parlament Miquel Iceta, ya que ningún otro logró presentar los avales suficientes.

Ha sido un mes en el que los tres candidatos –Pedro Sánchez, Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias– se han pateado España para tratar de sumar apoyos a sus candidaturas, primero para conseguir los avales que les permitieran pasar el primer corte y después para que los apoyos se materialicen en votos en este proceso que los tres consideran «histórico».

Aunque los dos favoritos son jóvenes –Pedro Sánchez tiene 42 años y Eduardo Madina 38– ninguno lo es tanto como Felipe González cuando fue elegido en 1974. El PSOE celebró entonces su 26 Congreso aún en el exilio, en la localidad francesa de Suresnes y González, conocido como ‘Isidoro’ por sus compañeros de partido, tenía 32 años.

Legitimidad

Hoy se sabrá si el PSOE ha logrado enganchar a su militancia en este proceso novedoso para el sistema político español, en el que por primera vez el líder de un partido es elegido por todos sus afiliados. Todos están muy pendientes de las cifras de participación.

Tanto Madina como Sánchez esperan que la afluencia a las urnas se sitúe en torno al 60 %, un porcentaje que en el partido se considera adecuado para dar legitimidad al proceso y al nuevo secretario general.

Con todo, persisten los temores a que muchos militantes no acudan a las agrupaciones un domingo de julio, que además coincide con la final del Mundial de Fútbol. Para muchos, no era la mejor fecha para organizar una cita electoral de estas características.