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El president de la Generalitat de Catalunya, Artur Mas, ha explicado este jueves que su decisión de no aplaudir a don Felipe VI durante su proclamación como Rey en el Congreso se debe a que el discurso que ha hecho «no es nuevo» y sigue hablando de la Nación española en lugar de España como «Estado plurinacional».

En declaraciones a los medios en el Centro Cultural Blanquerne de Madrid, realizadas en castellano y catalán tras la recepción en el Palacio Real, Mas ha afirmado haber escuchado «con todo el respeto e interés» el discurso, en el que «no había prácticamente nada nuevo».

«Ha hecho el discurso que yo me esperaba, pero que no es nuevo y seguramente no podía serlo mucho más, pero podía haber habido un discurso muy nuevo que, quizás, habría tenido más interés para los tiempos que estamos viviendo», ha añadido el president.

En concreto, el dirigente catalán ha echado de menos que el Rey y «muchos otros políticos españoles» reconocieran «en algún momento» que España es «un Estado plurinacional», y que «en lugar de hablar de la Nación española se hablara de las naciones que hay dentro del Estado español».

«Pero cuando se hace referencia a una Nación y no a un Estado plurinacional para mí esto es un discurso que no es nuevo, es lo que hemos oído durante 35 años, siempre hemos oído lo mismo», se ha quejado.

Presencia por respeto

En cualquier caso, Artur Mas ha negado que su decisión de no aplaudir al monarca en ningún momento de su intervención ante las Cortes haya sido una falta de respeto, como algunos le han acusado, y ha defendido que su «gesto de cortesía y respeto institucional no está en aplaudir o no» sino que está en «estar en Madrid» este jueves.

«Hubiera podido no venir, pero he venido. Y además lo he hecho a gusto, sinceramente, porque el presidente de Cataluña tiene que mostrar en nombre del pueblo catalán ese respeto a las instituciones del Estado y esa muestra de buena vecindad», ha apostillado, recordando que estos días tenía programado un viaje a California (Estados Unidos) «muy potente» cuya duración ha tenido que reducir para poder llegar al acto de proclamación.

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Sin embargo, una vez mostrado ese «respeto y cordialidad institucional» debida entre representantes del Estado, no le ha parecido «oportuno» aplaudir algo que «no estaba en la línea de lo que en algún momento en España habrá que contar distinto: que España es un estado plurinacional». «Yo habría aplaudido si hubiera sido un discurso en gran parte nuevo, pero si es el mismo de siempre prefiero ser neutral», ha añadido.

Ver los hechos, no las palabras

Al margen de estas consideraciones, Mas ha señalado que a partir de ahora habrá que «ver con las actuaciones» de Felipe VI «por dónde van las cosas», siempre teniendo en cuenta que carece de poderes ejecutivos y que su rol es meramente «representativo» por lo que «no se le puede pedir más de lo que él realmente puede hacer»

Tras eludir interpretar a quién iban dirigido el llamamiento del Rey a preservar los «puentes del entendimiento», el president ha insistido en que ahora quiere ver «cuáles son los pasos de todos» en esta «nueva etapa» que se abre. «Si la nueva etapa fuera distinta y a partir de hoy las cosas fueran de otra manera y se expresaran de otra manera yo no tengo ningún problema en considerarlo positivo, pero hoy en días las cosas son como son», ha añadido, acusando al Gobierno de estar en una línea «recentralizadora» y nada «sensible» al tema lingüístico.

En este sentido, y preguntado sobre por qué cree que Felipe VI finalmente no ha pronunciado parte de su discurso en catalán como se esperaba, sino que se ha limitado a agradecer al final a todos en las tres lenguas cooficiales del Estado, el líder catalán se ha remitido al Reglamento del Congreso, que no permite utilizar otro idioma que no sea el castellano en la Cámara.

«Creo que no podía hablar en catalán porque el Reglamento del Congreso no permite hablar en catalán, vasco o gallego. En el Senado sí, pero en el Congreso no. Sólo ha dicho 'moltes gracies', pero realmente es posible que no pudiera (hablar) de manera más extensa simplemente porque en el Congreso no se puede todavía hablar en catalán», ha lamentado.

Tiempo al Rey para coger las riendas

Finalmente, ha dejado para más adelante cualquier posible petición de audiencia al Rey para darle tiempo de que «coja las riendas de la Jefatura del Estado», lo que «no se hace en 24 horas ni se improvisa». «Hay que darle un margen de tiempo para que pueda enderezar su Reinado y, a partir de ahí, yo estoy a disposición del nuevo Rey para cualquier tipo de diálogo, de conversación o de lo que haga falta», ha añadido.

Artur Mas también ha confirmado que ha saludado de forma «protocolaria» al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pero que no han hablado de «nada más» al estar «rodeados de gente», si bien ha aprovechado su comparecencia ante los medios para volver a ofrecerle su «plena disposición» a «retomar el diálogo» si «en algún momento» así lo quiere.