Vista del ambiente en la cadena humana organizada por la plataforma ciudadana Gure Eusku Dago entre la localidad vizcaína de Durango y Pamplona. | Efe

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El colectivo 'Gure Esku Dago' (Está en nuestra mano) ha destacado «la ilusión» de las más de 150.000 personas que este domingo han unido sus manos en la cadena humana por el «derecho a decidir» y ha confiado en que suponga «un punto de inflexión» en la relación de los ciudadanos vascos.

Según los datos facilitados a Efe por los organizadores, que han ido contado a los asistentes en cada uno de los 123 kilómetros que unen Durango, en Bizkaia, con Pamplona, más de 150.000 personas han formado la cadena humana, aunque aún quedaba por hacer el cómputo en algunos kilómetros, por lo que prevén que la cifra definitiva sea algo superior.

El portavoz de ese colectivo Ángel Oiarbide ha opinado que los ciudadanos vascos han respondido de manera multitudinaria a esa convocatoria «porque llevaban décadas esperando salir a la calle» para demandar «una reivindicación democrática: que somos un pueblo, tenemos derecho a decidir y es el momento» de hacerlo.

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Oiarbide ha explicado que cuando comenzaron a preparar esta iniciativa, los ciudadanos «estaban agarrotados, sin atreverse a hablar con otros por prejuicios» y, un año después, «se han construido puentes de relación» entre quienes han participado en los encuentros y los debates de 'Gure Esku Dago' y «la actitud ha cambiado».

Ha aclarado que su objetivo «no era lograr un cúmulo de fuerzas abertzales», porque la reivindicación que estaba detrás de la cadena humana «no era nacionalista, sino democrática» y el colectivo confiaba en sumar diferentes sensibilidades «en torno a un punto de encuentro que es el derecho a decidir».

Oiarbide ha confiado en que, tras la cadena humana de hoy, en cada ayuntamiento y en cada parlamento, los representantes políticos «van a comenzar a escuchar al otro y a tenerle en cuenta».