Guillermo Bárcenas (i), hijo del extesorero del PP Luis Bárcenas, su mujer, Rosalía Iglesias (d), y su abogada, María Dolores Márquez de Prado (c), el día del asalto tras la detención del intruso. | Kiko Huesca - EFE

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El fiscal pide 18 años de prisión para el falso cura que entró el 23 de octubre de 2013 en el domicilio del extesorero del PP Luis Bárcenas, donde retuvo a su esposa, a un hijo del matrimonio y a la empleada doméstica, por lo que será juzgado el miércoles y el jueves próximos en la Audiencia Provincial de Madrid.

El acusado, Enrique O.G., será juzgado por la supuesta comisión de tres delitos de detención ilegal, dos de coacciones y uno de tenencia ilícita de armas y tres faltas de lesiones.

La acusación particular ejercida por la familia Bárcenas solicita una condena del 19 años y seis meses de prisión para el acusado, mientras que la defensa pide su absolución al estimar que se le debe aplicar la eximente de alteración mental, informa el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.

Según la narración de los hechos expuesta por el fiscal en su escrito de calificación provisional, sobre las cuatro menos cuarto de la tarde del 23 de octubre de 2013 el procesado, de nacionalidad española y sin antecedentes penales, llamó al telefonillo del domicilio de la familia de Luis Bárcenas en la madrileña calle del Príncipe de Vergara.

Enrique O. manifestó a la empleada del hogar que era sacerdote y que venía de parte de Instituciones Penitenciarias para tratar un tema relativo a la libertad de Luis Bárcenas, que ya estaba en prisión por la causa seguida contra él en la Audiencia Nacional.

Una vez en la puerta del domicilio logró que le permitieran el acceso al mismo al ir vestido como un sacerdote y tras identificarse como el padre Enrique convocó a todas las personas que había en la casa, la esposa de Luis Bárcenas, su hijo y la empleada doméstica, en el salón con la excusa de tratar el tema.

Tras unos veinte minutos de conversación, el procesado cortó su relato de raíz y, tras decir «¡Se acabó el teatro!», sacó de su maletín un revólver y encañonó a las tres personas que estaban con él.

Seguidamente les ató las manos con bridas y les amenazó para que le entregaran todos los «pendrives» y el material documental que tuvieran de Luis Bárcenas, advirtiéndoles que si hacían caso omiso a su requerimiento les mataría, y de esta manera les obligó a desplazarse por la casa hasta el despacho en el que creía que podía estar toda la documentación.

Tras casi una hora en esta situación, el hijo de Luis Bárcenas logró zafarse de las bridas y redujo al agresor hasta la llegada de la Policía, sobre las cinco de la tarde.

El revólver que portaba el acusado, del tipo British Bulldog, para el que carecía de licencia, estaba manipulado pero tenía un funcionamiento completamente correcto.

Enrique O., que se encuentra en prisión provisional, padece un trastorno de la personalidad de rasgos paranoides, narcisistas y antisociales, por lo que sus facultades cognitivas y volitivas se hallaban afectadas al menos de forma moderada, siempre según el fiscal.