Imagen de satélite de una borrasca.

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La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) se sumará a la iniciativa del Instituto de Meteorología de la Universidad Libre de Berlín (ULB) para que cualquier persona o entidad pueda nombrar a las borrascas y anticiclones del Atlántico Norte previo pago, según ha anunciado hoy su portavoz Ana Casals.

Este proyecto permitirá «conocer y contabilizar la cantidad» de los frentes que llegan a la península y las islas, igual que se hace en otros países europeos tras la iniciativa que puso en marcha hace años este centro educativo alemán.

La ULB comenzó a nombrarlos en 1954 y «gracias a ello sabemos cuántas borrascas exactamente han pasado por España, así como sus nombres», ha explicado Casals.

A partir de 2002, la institución germana comenzó a apadrinar estos fenómenos meteorológicos previo pago, proyecto que se ha convertido en un regalo muy popular y bastante singular para celebraciones y ocasiones especiales o como oportunidad para publicitarse.

El dinero recaudado se destina al pago de becas en la misma Universidad Libre de Berlín y el apadrinamiento se hace desde su página web.

En España, un total de 29 borrascas han castigado el territorio desde el 1 de enero al 28 de febrero de 2014, con nombres como los de Christina, Elfriede o Gudrun.

Este año las borrascas reciben nombres femeninos y, los anticiclones, masculinos pero este criterio se invierte cada año.

Los bautizos pueden ser patrocinados por «cualquier persona», desde empresas a particulares, aunque los nombres deben estar aceptados por el registro y emplear sólo las 26 letras del alfabeto alemán; no se admite denominaciones de empresas.

Apadrinar uno de estos fenómenos a través de la Universidad Libre de Berlín cuesta 199 euros por borrasca y 299 euros por anticiclón, mientras que el precio de las altas presiones es más elevado dado a que «su duración es mayor», ha detallado Casals.

Cuando esta iniciativa se implante finalmente en España, los precios serán similares, aunque por el momento no hay una fecha concreta para ello.

Casal ha recordado que «la meteorología es mundial» y, si se da nombres a tifones y huracanes, también tiene sentido hacerlo con las borrascas y anticiclones del Atlántico Norte.