TW
1

La Comisión Europea (CE) dobló sus previsiones de crecimiento de la economía española en 2014, con un avance del 1 % de su Producto Interior Bruto (PIB), y afirmó que el paro se reducirá hasta el 25,7 %. El Ejecutivo comunitario consideró que la recuperación de España «se fortalecerá en los próximos trimestres» gracias al aumento de la confianza y a «cierta» mejora en las condiciones de financiación, aunque advierte de que el alto nivel de deuda y de desempleo «pesa» aún en el crecimiento.

También alertó del «riesgo» que supondría para España «una desaceleración mayor de la esperada en las economías emergentes, y en particular, en América del Sur», dada la «significante» exposición de los bancos españoles a estos países.

La CE señaló que la economía española comenzó a levantar el vuelo en el último trimestre de 2013 -ejercicio para el que suavizó la caída del PIB en una décima, situándola en el 1,2 %- y que este despegue «se consolidará durante el presente año, para «ganar algún impulso adicional en 2015».

El Ejecutivo europeo mantiene que la economía española crecerá un 1,7 % en 2015, al tiempo que prevé una reducción del crecimiento de las exportaciones, que en los meses anteriores fueron el principal impulso para la economía del país. El crecimiento se verá favorecido por la demanda interna, que espera que «gane impulso» en los próximos trimestres, mientras las exportaciones se mantendrán en positivo, dando lugar a una «composición de crecimiento más equilibrada».

Consumo privado

Por el contrario, el proceso de desapalancamiento puesto en marcha por el sector privado «seguirá constriñiendo el consumo privado y la inversión». Pese a esto, la CE espera que el consumo privado aumente, gracias a que los ingresos disponibles podrían igualmente alzarse, gracias a la mejora de la confianza, el avance de las perspectivas laborales y la baja inflación, lo que auguró que supondrá una ligera subida de la tasa de ahorro de los hogares.

El vicepresidente de la Comisión y responsable de Asuntos Económicos, Olli Rehn, ha recomendado a España que recorte el gasto público y renuncien a subidas adicionales de impuestos como receta para cumplir los objetivos de déficit pactados con la UE.

«Es un reto reducir los impuestos y alcanzar los objetivos de déficit al mismo tiempo», ha admitido Rehn al ser preguntado por si ve compatible la intención del Gobierno de bajar el IRPF con el cumplimiento del déficit en 2015.

Y es que España incumplirá en dos décimas el objetivo de déficit del 6,5 % del PIB fijado por la UE para 2013 si se excluye el impacto de la recapitalización de la banca, pero logrará la meta establecida para este ejercicio, según las previsiones de la Comisión Europea.

La CE calcula que el déficit se situará en el 7,2 % del PIB cuando se disponga de los datos para el conjunto de 2013, pero recalca que el 0,5 % corresponde a la ayuda a la banca en el marco del rescate al sector, lo que dejaría el desequilibrio en el 6,7 %.