La presidenta andaluza, Susana Díaz (c), junto a dos familiares de Picasso. Sufrió el escrache cuando se dirigía al acto. | Jorge Zapata

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El secretario general del PSOE de Málaga, Miguel Ángel Heredia, ha condenado «el acoso violento» de cargos relevantes del PP a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, en su visita a Málaga para participar en los actos del décimo aniversario del Museo Picasso.

El incidente ocurrió cuando una grupo de alcaldes y cargos del PP se desplazaron a un hotel de Málaga donde estaba Susana Díaz y cortaron el paso, portando una pancarta, al coche oficial de la presidenta cuando abandonaba el establecimiento.

Encierro

Estos alcaldes y portavoces del PP de municipios de menos de 25.000 habitantes de la provincia de Málaga mantienen un encierro este fin de semana en la Delegación del Gobierno andaluz en la capital para reclamar 16,7 millones de euros que la Administración autonómica les debe. El incidente duró unos segundos y no fue a más y el coche oficial continuó su trayecto sin problemas, aunque algunas fuentes señalan que el vehículo fue zarandeado.

Los socialistas han denunciado la «deriva radical» de los populares de la provincia de Málaga, que han pasado en apenas 24 horas de la supuesta reivindicación política al hostigamiento a la presidenta de todos los andaluces. El vicesecretario general del PP de Málaga, Francisco Oblaré, ha negado que los alcaldes de su partido hayan acosado hoy a la presidenta de la Junta, Susana Díaz, y ha asegurado que sólo querían un encuentro con ella de cinco minutos.

En un comunicado, el PP asegura que los populares se dirigieron hacia la presidenta para que los atendiese y conociese así de primera mano el alcance del problema que tienen. Han denunciado que Susana Díaz se niega a atenderles y que el deseo de los populares era encontrar una solución, por lo que han indicado que volverán a intentarlo.

Además el PP ha anunciado la disolución del encierro y nuevas movilizaciones para reclamar el pago de las deudas. Rechaza las críticas del PSOE que cuestionan la protesta, «ya que ha sido la presidenta la que huyó de forma precipitada, se refugió en el coche oficial y se blindó tras los guardaespaldas».