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El expresidente de la Diputación de Castellón Carlos Fabra ha negado haber mediado ante dos ministerios para agilizar licencias de productos fitosanitarios que fabricaba Vicente Vilar y haber recibido dinero por ello, y este ha negado los pagos y los favores, contradiciendo su denuncia inicial.

Tras diez años de instrucción que empezó por una denuncia contra Fabra de Vilar, en la que le acusaba de tráfico de influencias y cohecho, ayer el empresario dijo que se querelló por la falta de apoyo del también expresidente provincial del PP cuando su exmujer le denunció por violación. Vilar dijo que fue su exmujer (Montserrat Vives) la que, tras trabar amistad con la entonces esposa de Fabra, Amparo Fernández, «pagó primero 30 y luego 25 millones de pesetas» a ésta por, según el empresario, «agradecimientos» y porque «había llegado a la conclusión de que con ella iba a llegar muy lejos».

Sin embargo, el empresario dijo que «nunca pagó un duro» a Carlos Fabra, y que no es su intención meterle «en un lío que no se merece». Fabra afirmó por su parte, en la segunda sesión del juicio que se sigue contra él por varios delitos, que los diferentes ingresos de dinero sin justificar por los que se le acusa no se corresponden con ingresos ilícitos, sino con su forma de «funcionar» y de gestionar su patrimonio familiar.