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El Gobierno ha aprobado el proyecto de reforma de la Ley de Tráfico y Seguridad Vial según el cual peatones que infrinjan normas de circulación deberán someterse a un test de drogas y alcohol, mediante la prueba de saliva o de alcohol, y no sólo aquellos que sean víctimas o copartícipes de un siniestro.

Además, Jorge Fernández Díaz, titular de Interior, ha explicado que "la conducción con presencia de drogas en el cuerpo, que es diferente a conducir bajo los efectos del consumo de drogas", también se regula en esta reforma de ley y se sancionará penalmente y mediante la imposición de una sanción administrativa. Ésta aumentará de los 500€ a los 1.000€ en alcohol y será la misma para drogas.

Las tasas máximas de alcohol permitidas para los conductores continuarán siendo de 0,25 milígramos de alcohol por litro en aire expirado, 0,15 para conductores noveles y transportistas de mercancías o vehículos especiales, sin sufrir variación alguna así como tampoco varian los puntos que restan del carné en caso de dar positivo en la prueba de alcoholemia.

Los detectores de radar se prohíben de nuevo como sucedía hasta 2009, los sistemas de retención infantil funcionarán según la talla y no la edad, como hasta ahora. Además, el uso del casco será obligatorio para los menores de edad que circulen por dentro de la diudad.

Todos estos son sólo algunos ejemplos de todo aquello que ha variado con esta reforma. Además, Interior ya trabaja en el diseño del Reglamento General de circulación que está previsto ser presentado al Consejo de Ministros antes de que finalice el invierno.