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La Bolsa española ha registrado hoy el mínimo anual del año al bajar a 7.700 puntos, con una caída del 1,56 por ciento condicionada por la caída de los mercados internacionales, la depreciación de las materias primas y, sobre todo, el resurgir de la crisis de gobierno en Grecia.

La última sesión en la que el mercado nacional tocaba esos precios fue la del 10 de diciembre pasado, aunque no cerraba en el nivel de 7.700 puntos desde el 15 de noviembre de 2012. La cotización del fin de jornada de las principales plazas europeas también les situaba unos meses atrás. Así, Fráncfort, París y Milán se situaban en niveles de hace dos meses, en tanto que Londres retrocedía a precios de mediados de enero.

El índice de referencia de la bolsa española, el IBEX 35, cayó ayer 121,90 puntos, el 1,56 por ciento, hasta 7.700,20 puntos. Con esta nueva bajada concluye el tercer peor resultado semanal (4,59 %) y las pérdidas anuales se elevan al 5,72 por ciento.

Fuertes caídas

En Europa, Milán se depreció esta sesión el 1,89 por ciento; Fráncfort, el 1,76 por ciento; el índice Euro Stoxx 50, el 1,43 por ciento; París, el 1,11 por ciento, y Londres, el 0,7 por ciento. Los mercados internacionales han continuado, condicionados por la decisión de la Reserva Federal de ir suprimiendo la liquidez que otorgaba al mercado a través de la compra de deuda y que ayer provocó la mayor caída anual a Wall Street. La salida del gobierno griego de la izquierda moderada (Dimar), que abandonaba el tripartito y acababa afectando a la prima de riesgo española, que acababa el día como el anterior, en 319 puntos básicos, aunque el interés del bono crecía del 4,82 al 4,91 %. Además, en la evolución de esta jornada han pesado otros factores, como el vencimiento de los contratos de futuros, que ayudaban (los del Euro Stoxx y Dax) a la Bolsa a remontar al mediodía, tras un comienzo incierto.

Sin embargo, al final de la sesión presionaron a la baja el precio de algunas materias primas, como el petróleo (el Brent bajaba de 103 a 100,5 dólares el barril). También perjudicó el cambio de tendencia de Wall Street (bajaba el 0,3 por ciento al cierre nacional) y el vencimiento de los futuros españoles, con lo que la bolsa española terminó el día en el mínimo anual de 7.700 puntos.