El secretario general, en rueda de prensa, tras la reunión de la Ejecutiva Federal en Ferraz. | Carlos Montes de Oca

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El secretario general de los socialistas, Alfredo Pérez Rubalcaba, defendió ayer el concierto económico vasco y el convenio navarro, pero reconoció que el cupo sí es revisable, al tiempo que descartó una ruptura con el PSC y «un desembarco» del PSOE en Catalunya con su propia marca.

La polémica sobre el concierto económico sobrevoló la reunión de la Ejecutiva Federal que presidió Rubalcaba en la sede madrileña de la calle Ferraz y la comida posterior que mantuvo con los seis secretarios generales regionales que forman parte de la dirección nacional.

Junto a esta discusión, la posibilidad planteada por algunos dirigentes socialistas de que el PSOE rompa con el PSC y se presente por su cuenta en Catalunya fue atajada por Rubalcaba sin rodeos en una rueda de prensa: «No va a haber un desembarco del PSOE en Catalunya», zanjó.

Este debate ha vuelto a resurgir después de que el líder del PSC, Pere Navarro, planteara la semana pasada la eliminación del concierto vasco y del convenio navarro en la reforma federal de la Constitución que están diseñando los socialistas y que debe aprobarse en julio en su Consejo Territorial.

Rubalcaba dejó clara su defensa del concierto y del convenio pero admitió la posibilidad de que se revise el cupo, algo que «implícitamente» -dijo- se hace ya cada vez que se redefine la financiación autonómica, pues ambas cuestiones están ligadas.

«Concierto y convenio, sí; cupo, revisable», resumió Rubalcaba en defensa de una financiación más eficaz, justa y solidaria.

Algunos de los asistentes a la Ejecutiva y a la comida posterior aseguraron que nadie ha discutido el concierto económico ni los derechos históricos del País Vasco y Navarra, aunque sí se ha apelado a la necesidad de que se revise el cupo del mismo modo que periódicamente se hace con la financiación.

Rubalcaba precisó después, no obstante, que el PSOE no va a entrar en el debate sobre un nuevo modelo de financiación, sino que se va a quedar en los «principios», con una propuesta de apertura «pactada y limitada» de la Carta Magna que permita reforzar y completar el Estado autonómico, introduciendo los elementos federales que le faltan.