Mas hizo ayer balance de los primeros cien días del actual Govern de la Generalitat. | ANDREU DALMAU

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El presidente catalán, Artur Mas, rechazó ayer posponer la consulta soberanista más allá de 2014 incluso en el caso de que Catalunya obtuviese una mejora de su financiación, algo que no contempla ya que ni el PP ni el PSOE aceptarán el pacto fiscal y ni siquiera un trato «diferenciado».

Mas hizo balance de los primeros cien días del actual Govern en una conferencia de prensa en la que alertó de que las finanzas de su comunidad están en una situación de «emergencia» y llevan al autogobierno a un estado de «supervivencia».

ERC

Con el debate de la financiación autonómica abierto, desvinculó dicha negociación con la consulta de autodeterminación que ha pactado con ERC para 2014, «a no ser que de mutuo acuerdo» pacten posponerla en función de las circunstancias económicas, tal como recoge el acuerdo de gobernabilidad pero que ERC rechaza.

«En mi opinión no son incompatibles el diálogo institucional con el Gobierno español y la consulta (...) otra cosa es que el Gobierno central lo hiciera incompatible, pero no se nos ha dicho nada de esto», comentó el presidente catalán.

En este sentido, puso en duda que el Gobierno central tenga interés en perjudicar económicamente a Catalunya por la consulta: «No entendería que un planteamiento democrático de Catalunya para hacer una consulta fuera objeto de represalias, sería incomprensible y no quiero pensar que se pueda plantear en estos términos».

En este contexto, Mas habló por primera vez de su reunión secreta de hace dos semanas con Mariano Rajoy en La Moncloa, en la que no se habló de financiación, más allá de que el presidente del Gobierno le avanzase la creación de un grupo de trabajo en el Consejo de Política Fiscal y Financiera.

Ambos constataron que están «en las antípodas» en cuanto a la consulta.