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El presidente de la Xunta y del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, ha rechazado este lunes presentar su dimisión como le piden los grupos de la oposición porque «actuó siempre dentro de la ley», y ha afirmado que «no firmó en absoluto» contratos con empresas vinculadas con la «persona que aparece en las fotos» publicadas por 'El País', el narcotraficante Marcial Dorado, ni durante su etapa como alto cargo del Sergas ni tampoco cuando estuvo al frente del Insalud.

«Nunca firmé, ni adjudiqué, ni concedí ningún contrato con ninguna empresa de este señor», ha manifestado el dirigente popular, quien ha comparecido ante los medios en el Parlamento autonómico, tras reunirse con su grupo, flanqueado por su número dos en el partido y en la Xunta, Alfonso Rueda; su portavoz parlamentario, Pedro Puy, y los viceportavoces populares en la Cámara, Marta Rodríguez Arias y Román Rodríguez.

En su intervención inicial, ha hecho hincapié en que comparece «por unas fotos de hace 20 años» y ha esgrimido que, antes de dar la cara ante la prensa, lo ha hecho ante el grupo «mayoritario» del Pazo do Hórreo, el que representa «a la mayoría de votos», a cuyos miembros también ha transmitido que la publicación de estas imágenes «nada tiene que ver» con sus responsabilidades como presidente. «Se dirige directamente contra mí», ha contrapuesto.

Con la conciencia «muy tranquila», se ha reafirmado en que «no le sorprende» la publicación de las imágenes puesto que conocía su existencia «desde 2003 o 2004», cuando se le «advirtió» de que podrían salir «en algún medio de comunicación». A renglón seguido, con independencia de lo que «se intente estirar su contenido en los próximos días», ha restado importancia a las imágenes.

«Esas fotos son lo que son, unas fotos. Antiguas, eso sí. Pero no hay nada más», ha señalado el líder del PP gallego, quien ha esgrimido que tres jueces tuvieron constancia de las imágenes -citó a José Antonio Vázquez Taín, Baltasar Garzón y Fernando Grande-Marlaska- que ahora publica el diario «sin ningún resultado».

Por ello, frente a manifestaciones «insidiosas» y a posibles «difamaciones», de las que se defenderá por los cauces que sean necesarios, ha garantizado que si hubiera tenido algún problema legal no se habría presentado para liderar el partido ni, posteriormente, para presidir la Xunta.

Relación «de ocio» y «no directa»

A preguntas de los periodistas sobre su relación con Dorado, el presidente ha explicado que, a principios de los años 90, entra en contacto con él a través de un amigo en la Administración autonómica, en alusión a Manuel Cruz, que figura como testaferro de Dorado en un informe de la Agencia Tributaria y que, según relata 'El País', ejerció de chófer en la Xunta.

Feijóo ha incidido en que su relación con Dorado fue «de ocio» y «no directa». «Ni amistad estrecha ni ancha», ha remarcado, aunque ha reconocido que sí realizaron viajes juntos. Eso sí, ha precisado que «cree que no» viajó a Andorra con el narcotraficante, sino a los Picos de Europa, aunque no se ha mostrado muy seguro de cuál fue el destino. «Había nieve», ha reflexionado.

Preguntado sobre cómo podía desconocer las actividades de Marcial Dorado tras el impacto mediático de la 'Operación Nécora', ha explicado que, cuando él mantuvo contacto con el mismo, no había ninguna sentencia condenatoria en su contra. Dicho esto, ha admitido su «torpeza» e «ingenuidad», al tiempo que ha lamentado «no haber investigado más». También ha garantizado que cuando preguntó a Cruz si era testaferro de Dorado, éste lo negó «siempre».

Del mismo modo, ha subrayado que la relación entre ambos se interrumpió en el momento en el que tuvo constancia de sus problemas con la Justicia. «Creo que la última vez que le vi fue como consecuencia de la muerte por accidente de tráfico de Manolo Cruz, que creo recordar que fue a mediados del año 1999», ha señalado, para concluir que no puede «poner la mano» en el fuego por todas las personas con las que se ha visto, viajado o comido «en los últimos 20 años».

«Relación cordial» con Quintana

Por otra parte, el presidente gallego, que en la campaña de las elecciones gallegas pidió la dimisión del entonces vicepresidente Anxo Quintana (BNG) tras aparecer éste en una fotografía en un yate con el empresario Jacinto Rey, ha reiterado que, en este caso, dicho empresario fue beneficiado después con la adjudicación de megavatios del concurso eólico impulsado por el bipartito, con otro nacionalista, Fernando Blanco, al frente de la Consejería de Industria.

En cualquier caso, Feijóo ha puesto el acento en que, tras la publicación de estas imágenes, el «primero» en pronunciarse fue el entonces presidente, el socialista Emilio Pérez Touriño, y ha remarcado que su relación con el exvicepresidente Quintana, en cuya «honorabilidad» no puso «ni antes ni ahora tacha» alguna, «es y seguirá siendo cordial». «Nos vemos cuando él considera oportuno y yo siempre que me llama estoy a su disposición», ha zanjado.