José María Ruiz Mateos, en agosto del año pasado, al acudir a declarar en el juzgado de Palma. | J. TORRES

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El fundador de Nueva Rumasa, José María Ruiz Mateos, ha afirmado que no puede más y pide su ingreso en prisión de forma voluntaria para reivindicar su inocencia, al tiempo que ha reiterado a los inversores que cobrarán.

«Pido mi ingreso en prisión de manera voluntaria para reivindicar mi inocencia pese a lo retorcido de las situaciones y denunciar sin libertad las muchas mentiras con las que siempre fui vilipendiado, maldito y acosado hasta el más brutal derribo», ha afirmado en un comunicado.

El patriarca de la familia Ruiz-Mateos asegura estar agotado de «buena voluntad, de fe en la Justicia» y harto de «ataques permanentes», después de «los engaños, las traiciones y la persecución continuada por parte de una Justicia que jamás se dignó a investigar las viles trampas» de las que afirma haber sido víctima.

«Después de tanta lucha durante décadas, con la infamia permanente, la injuria y la calumnia contra mi identidad personal y empresarial, renuncio a resistirme contra tanta maldad», señala Ruiz-Mateos, quien, consciente de su cansancio por la edad y el «desgaste del alma», afirma que su resistencia «se ha roto para regocijo de los que no pararon hasta conseguirlo».

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El fundador de Nueva Rumasa subraya además que cualquiera de sus sociedades «expoliadas, robadas, saqueadas» hubiera resuelto la situación actual de «drama y tristeza».

«Aparte de los grandes problemas y batallas de mi vida, me siento orgulloso de mi obra empresarial y financiera que tan mala no pudo ser si se repartieron mis 23 bancos entre los grandes de la Banca de entonces y se especuló con mi patrimonio expoliado de una manera canallesca, lucrativa e impune», resalta.

Asimismo, Ruiz-Mateos afirma sentirse orgulloso de haber donado «miles de millones de euros» a la Iglesia y a cuantas personas necesitadas ha tenido el privilegio de apoyar, según indica, toda su vida. «Me siento muy satisfecho de haber creado y mantenido muchísimas decenas de miles de trabajos de personas que me acompañaron en mi labor profesional y a las que estoy profundamente agradecido», indica.

«Sigo en mi empeño de responder por cuantos confiaron en mi persona y sacrificios y pido a Dios fuerzas , incluso en prisión, para cumplir mi inexcusable compromiso de dignidad», añade Ruiz-Mateos, quien asegura que no volverá a realizar ninguna declaración porque «las buenas intenciones se convierten en ofensivas y vejaciones».

Con respecto a los inversores, el fundador de Nueva Rumasa insiste en que pueden tener la «absoluta certeza» de que cobrarán. «Mi fuerza diaria para mantener la convicción de mis responsabilidades, consciente del drama que se vive día a día, pueden tener la absoluta certeza de que cobrarán», señala.