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Un embargo de 5 millones de euros de las cuentas de Reyal Urbis para pagar deudas derivadas de pleitos y la última propuesta presentada a la banca para obtener 30 millones de euros de liquidez adicional han sido los detonantes en el segundo mayor concurso de acreedores de la historia de España.

De hecho, el embargo de las cuentas para hacer frente a los gastos derivados de pleitos contra proveedores propiciaron ayer un consejo de urgencia, según han indicado a Efe fuentes conocedoras del proceso.

En la reunión de ayer mantenida con las entidades financieras, a las que la inmobiliaria adeuda más de 3.600 millones de euros, Reyal Urbis también solicitó a los bancos 30 millones de euros para hacer frente a pagos de proveedores y a los intereses de la deuda contraída con la Agencia Tributaria.

Y es que, al margen de su pasivo financiero, la inmobiliaria debe además cerca de 400 millones de euros a Hacienda.

Ante el rechazo de los bancos a aportar capital y el embargo de las cuentas, la inmobiliaria se ha visto abocada a iniciar los trámites para presentar la que será la segunda mayor insolvencia de la historia de España, sólo por detrás de la presentada por Martinsa-Fadesa, que alcanzó un acuerdo con la banca para pagar sus 7.200 millones de deuda en un plazo de hasta 10 años.